Parte única

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—Bien, creo que... ya está grabando —La cámara desenfocaba el rostro del antiguo armador de los Schweiden, el cual intentaba a acomodar bien el aparato para que su novio y él, quedarán en una buena toma—. Listo, ya quedó.

Se sentó junto a Hinata en la cama de aquella gran habitación.

—¿De verdad está filmando? Pensé que no resultaría —Carcajeó el más bajo—. Es mi primera vez haciendo esto y estoy nervioso, ¿sabes?

—También es mi primera vez grabando este tipo de cosas, así que no sé muy bien que hacer.

—¿Cómo empiezo?

Lo pensó un poco. —Tu nombre y algo sobre ti.

—Soy Hinata Shoyo, me gusta el voleibol y los animales —Comentó viendo hacia la cámara—. Anteriormente jugaba en una liga brasileña llamada "Asas" y durante mi estadía en el país, conocí al gran Bruno Mossa... y llevo saliendo con el tipo que está a mi lado, desde la secundaria. Saluda, idiota y preséntate.

—Idiota tú —Tobio paso su brazo por los hombros de Shoyo y lo acercó más a él—. Soy Kageyama Tobio, los animales me tienen miedo y jugaba como armador en los Schweiden Adlers. No sé qué más decir, así que, hola.

Hinata carcajeó. —Adoro tus pocas habilidades para comunicarte.

—Cállate, Hinata Idiota —Kageyama frunció el ceño—. Veo que el uniforme de la preparatoria aún te queda bien.

—¡Sí! Me sorprendí cuando me lo coloqué y aún se ajustaba a mi cuerpo. —Hinata habló emocionado.

El antiguo vicecapitán y bloqueador de Karasuno, llevaban el conjunto negro que utilizaban en sus años mozos. Debajo de esa chaqueta y ese pants negro, tenían puesto el uniforme que vestían para los partidos, solamente variaba el número; ya que no utilizaron los de su último año, sino los de sus inicios. La playera negra con rayas naranjas a los lados y el número «9 y 10

—¿Por qué querías ponértelo?

Shoyo observó la ventana y una sonrisita melancólica apareció en su rostro.

—Ya sabes, si esto no sale bien, quería ponerme una última vez el uniforme y combinar los números con los que nos conocimos.

—Pues, te lo vas a seguir poniendo, porque todo saldrá bien, te lo prometo. —Abrazó con fuerza el cuerpo de su acompañante.

—¿Y si no sale bien, Tobio?

—En ese imposible caso... —Pensó un poco antes de hablar—. Nunca podré olvidarte, Shoyo.

El de cabellos naranjas sonrió.

—No te olvides de mí, Kageyama Tobio.

Se quedaron abrazados por otro rato y en un cómodo silencio. Pero se interrumpió por una pregunta de Shoyo.

—¿Qué opinas de la muerte?

Kageyama acariciaba la cabeza envuelta en un pañuelo de su novio.

—Es... algo que debe suceder y ya, no sabes cuándo o cómo te puede pasar, pero siempre sabes que ocurrirá —Explicó—. Creo que la muerte es solamente un concepto; una palabra... solamente es algo. El fin llega, cuando tenga que llegar.

—Tú y tus ganas de filosofar todo.

—Ahora yo te pregunto algo, ¿Cómo sabes que ya estás muerto?

Tobio sabía que, si él era una persona que le metía "salsa de sus tacos" a las conversaciones, Shoyo lo hacía cien veces más.

—Sabrás que estás muerto cuando veas al cielo y ya no estén las estrellas —Shoyo apretó el abrazo que mantenía con Kageyama—. Porque desde ese momento, estarás con ellas. Desde ese momento, vivirás eternamente con ellas y brillaras tan fuerte o aún más fuerte que ellas.

GRABANDO ⸻ KageHina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora