III

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REQUIEM


Se oyen sonidos extraños,

la vida después de la muerte

es triste o al menos no es vida...

O es sólo calma.


No dejo de oír los últimos latidos,

pero debo pensar en mi ejército,

aún siguen teniendo fuerzas

para continuar dando batalla.


¿En dónde se encontrarán?

¿Por qué no puedo verlos?

¿Ellos sienten que camino a su lado?

Soy su propia sombra.


Quisiera que entiendan que yo no fallecí,

estoy entre sus almas, ellas son mías.


Los ecos me duelen,

es un sonido agudo.

Maldito purgatorio.

Estoy pagando por tanto mal.


DEVASTACIÓN


¡Peleen, que el enemigo está al acecho!

¿Por qué no lo hacen?

Siento que me desgarro.

¿Me extrañan?

¿Por qué lloran?


Yo no deseaba eso,

no quiero que me recuerden.

Si en el pasado ya me amaron,

es suficiente.


Yo ya no sufro,

ustedes sí, guerreros.

Su carne y sus huesos

se están haciendo polvo.


¿Pero qué les enseñé, carajo?

Corran, que vienen a matarlos,

la desesperación me consume aún sin vida.


Van a matarlos, lo sé,

se están entregando.

Sin mí no quieren luchar,

sólo se recuestan y padecen.


VALOR


Diríjanse al puente de Gelian.

¿Me oyen? Háganlo ahora.

¡Apresúrense! Yo los dirigiré.


Me oyen...

Háganlo, van a morir.

Levántense en armas,

pidan ayuda a los orcos.


¡Eso es! ¡Luchen!

No pierdan sus convicciones,

LEYENDA DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora