Soy Dios?

15. Capítulo Y Agradecimientos

Exalom, un joven mago prodigioso y realmente fuerte, incluso le podría dar batalla a la sacerdotisa de la magia... Es capaz de utilizar magia magia épica... Y su as bajo la manga, un hechizo legendario.

"*bostezo* hoy fue un día agotador..."

Dijo a nadie en particular, estaba cansado, hoy tuvo un entrenamiento algo más rudo de lo usal, pero me, nada que uno de los magos más poderosos vivo no pueda soportar.. Jaja.

La puerta se abrió de golpe, casi tan rápido como la puerta de abrió el joven de cabello gris se lavanto de su cama.

"¡Exalom! ¡¿Por qué demonios no estas en el salón?!"

"Ehhh-"

Antes de justificarse, fue interrumpido por el joven paladín de cabellos dorados.

"Eso no importa ahora... Necesito que envíes un mensaje... Uno urgente... Mierda, ¡es de suma importancia!"

"Ok señor, entiendo, ¿Que mensaje es y a quien se lo tengo que hacer llegar?"

"A los parises, a todos y cada uno de ellos les tiene que llegar el mensaje."

El joven Exalom sintió escalofríos, sin duda debía ser algo exageradamente importante como para que todos los parises tengan que estar presentes... Algo importante debió haber pasado.

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La reunión comenzó, era algo normal, cada tantos años los Dioses Principales se reunían y charlaban, ya que la mayoría de ellos están metidos en sus propios asuntos, tenían que organizar estas cosas para saber algo de los demás.

Hablar de sus iglesias, de sus objetivos a largo plazo, de sus logros, pero lógicamente ella no diría mucho sobre sus curiosos 'experimentos' ya que no era algo que debería importarles a los demás Dioses.

"Señora Nemenis, no quisiera intermupir sus pensamientos, pero quisiera recordarle que la reunión empezará en poco tiempo."

Dijo una voz fuerte, grave, pero con tono servisial, la mujer llamada Nemenis volteo su cabeza y vio a la que hasta este momento era su mejor creación.

Un golem de aspecto humanoide, era muy alto, midiendo al rededor de dos metros y medio, su 'piel' era de aspecto rocosa y dura, las gemas que tenía como ojos eran de un color azul brillante, su cuerpo era fornido y 'musculoso' (si se le puede llamar así a un golem sin músculos).

"Tienes razón, Alfa Crash 78, la reunión empezará en breve..."

Su cuerpo empezó a brillar y se teletransporto junto con su golem hacia el fin de su 'territorio' para encontrarse con sus compañeros Dioses.

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Uno de los legendarios Paris, con un poder intelectual impresionante, sin mencionar su poder político en varias de las naciones más grandes, estaba escuchando con atención al señor de un simple y vulgar tribu.

Claro, eso le gustaría decir, pero no le convenía enfadarlo, no estaba ni en su territorio, ni en su poder, ni reforzado por ninguna nación o iglesia.

"Dejame ver si te entiendo... ¿Eres un París, de la Iglesia de la Vida?"

Dijo el ser con apariencia casi demoníaca.

"En efecto, líder de la tribu del fuego."

"¿Y aún siendo una de las personas más importantes estas pidiendo asilo en una tribu?"