"Charla."

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La noche era relativamente joven. En realidad aún no daban las 12:00 de la madrugada, pero para Alí era completamente imposible conciliar el sueño.

No podía dejar de pensar en su ruptura y en por qué su ahora ex novio había decidido aquello. Y sobre todo se culpaba enormemente a sí mismo por eso, por no poder comprender a aquel hombre.

Giró en su cama hacia el lado contrario mientras miraba la ventana de su apartamento. Había un par de letreros en las calles que iluminaban de manera tenue el lugar. No era molesto, pero la mente de Alí intentaba tomarlo como excusa de su insomnio.

Volvió a girar, esta vez un poco más ansioso que antes. Soltó un profundo suspiro y después se sentó en su cama, no podía quedarse así, sin hablar profundamente de aquello que le estaba causando tanta molestia.

Tomó su teléfono y llamó a Ferman. El primer intento no tuvo éxito, creyó que ya estaba dormido lo cual para él era mucho peor, así que decidió intentarlo otra vez. De nuevo, el mayor no atendió la llamada. Lo hizo una última vez...

—No vas a parar hasta que recoja tu llamada, ¿es así?- escuchó desde el otro lado de la línea. El corazón de Alí comenzó a latir con fuerza, tenía muchísimas cosas qué decir, pero no sabía de qué manera hacerlo, ni por donde comenzar.

—Te equivocas.- Respondió el moreno mientras se ponía de pie al mismo tiempo que avanzaba hacia la ventana intentando concentrarse en algo.

—Entonces vendrías hasta mi departamento y no dejarías de tocar la puerta hasta que te dejara entrar.- suspiró.

—Creo de verdad conoces más de mí que yo mismo.-Confesó. Después de eso hubo un silencio profundo , ninguno se atrevía a decir una sola palabra, en el fondo no querían lastimarse más. Pero debían confrontar este hecho, y por lo menos Alí creía que necesitaba una ruptura digna.

—Escucha Alí.-

—Quiero que nos veamos.- Le interrumpió.—Sé que es tarde, pero no quiero esperar hasta mañana. Quiero hablar contigo, Ferman.-

Escuchó un suspiro largo.

—Entonces ven conmigo. Hablemos.-

—Estaré allí.- Declaró Alí.—Gracias...

Luego de eso la llamada terminó. Inmediatamente se puso una chamarra para no sentir frío durante su camino a la casa de Ferman, ya que era algo retirado, y el aire libre que golpearía su rostro mientras viajara en bicicleta no sería de ayuda para él.

Afortunadamente, no tuvo tanto frío y llegó un poco antes de lo que esperaba. Tocó la puerta de la casa un par de veces y luego esperó a que Ferman abriera; en tan solo un par de minutos ya se encontraba frente a aquel hombre. Lo miró directamente a los ojos por un pequeño momento antes de desviar la mirada.

—Adelante.-Fue lo único que dijo antes de dejarlo pasar. Cerró la puerta después de que Alí ya estuviera adentro y luego ambos fueron a tomar asiento a la sala de estar.

Había un silencio incómodo entre ambos, es como si realmente los dos quisieran hablar, sacar todo lo que había en su pecho pero ninguno se atrevía a hacerlo. Ferman se sentía como un verdadero cobarde mientras que Alí se cuestionaba severamente si había sido una buena idea.

Pero finalmente se armó de valor, y alzó la mirada sin esperar que Ferman lo mirara a él.

—¿Recuerdas cuando tuve mi primera crisis en el hospital?-Preguntó el moreno.—Estuviste ahí. Lo cual fue algo irónico, porque tuve esa crisis por tu culpa.-Remarcó con cierto enojo al recordarlo. El mayor lo miró finalmente, dispuesto a escuchar lo que tenía para decir.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2023 ⏰

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