Ω —Hey, ¿qué haces?
Α —Nada, solo estar acostado y ya.
Ω —¿Por?
Α —¿Por qué no?
Ω —Fácil, tienes demasiadas cosas que hacer.
Α —Ajá, ¿y?
Ω —Qué si no las haces te vas a atrasar.
Α —Again, ¿y?
Ω —Si te atrasas vas a ser una persona disfuncional, si eres una persona que no funciona bien entonces vas a ser un mal estudiante y reprobar, un mal hijo y decepcionar a tus padres, un mal novio y decepcionar a tu pareja, un mal amigo y decepcionar a tus camaradas y entonces vas a sufrir por toda la eternidad mientras te ahogas en tu propia soledad sin poder gritar a pesar de estarte desgarrando la traquea intentándolo.
Α —¿Por qué tienes que ser así?
Ω —No me lo preguntes a mi, es tu culpa qué sea así, a lo menos en gran parte.
Α —Bueno, entonces me pondré a hacer lo que tengo pendiente.
Ω —Tampoco es la mejor opción.
Α —¿Ahora por qué?
Ω —¿Y si lo haces mal? ¿Y si no lo haces con el nivel o dedicación necesario? Eso solo te haría quedar mal.
Α —¿Y qué tiene? Si es digno de hacerse, se puede hacer mediocremente.
Ω —Entiendo a dónde quieres llegar, pero no estoy de acuerdo contigo. Verás, si lo haces mal, vas a quedar como un incompetente perdedor qué no sabe desempeñar ni la más simple tarea y todo el universo se burlará de ti por eones solo por hacer mal una cosa qué parece bastante simple de realizar.
Α —A ver, déjame ver si entendí. No podemos pararnos a hacer nada porque si nos equivocamos quedaremos en ridiculo por toda la eternidad.
Ω —Ajá.
Α —Pero si no nos ponemos a hacer algo vamos a decepcionar a toda persona que nos conozca y encima vamos a ser un muy deplorable peso para las personas que queremos.
Ω —¡Exacto! ¿Ves? No es tan difícil de entender.
Α —¿Sabes qué? Te detesto con todas mis ganas.
Σ —¿Y si matamos a alguien?
Α —¿Ahora tú? No, no vamos a matar a nadie.
Σ —Pero es bastante fácil, solo déjame el control diez minutos y verás como podemos terminar con todos aquí fácilmente.
Α —¡PERO NO QUEREMOS TERMINAR CON NADIE!
Σ —Eso es mentira, y tú lo sabes.
Α —Claro qué no es mentira, yo no quiero matar a nadie, tú eres el qué tiene esa estúpida sed de sangre.
Σ —No es estúpida.
Α —Claro qué lo es.
Ω —Exacto, además, no le puedes pedir que mate a alguien por qué de seguro lo haría mal y ni siquiera mataría a la persona, es un estúpido e inútil para todo.
Α —Tú no tienes por qué ayudarle.
Ξ —¿Alguien más siente qué nos están vigilando?
Α —No puede ser, esto ya parece un círculo disfuncional de terapia de idiotas.
Ω —Pues no siento qué nadie más nos vea a parte de la cosa de por allá.
Σ —¿Te refieres a la muerte?
Ω —Si tú prefieres llamarla así.
Ξ —Pero, si nos están vigilando, quieren matarnos, o cazarnos para torturarnos seguramente.
Α –Quieres callarte por favor.
Ξ –Tenemos que estar alerta y listos para correr.
Α –Si, muy fácil para ti decirlo por no ser el qué en realidad tendría que correr.
