Sereina, su ahora novio y sus amigos estaban en la sala de la chica haciendo tarea de distintas materias, mientras tenían varios platos de bocadillos y bebidas en la mesa central, la cuál usaba la pareja para hacer su tarea de Geometría. Todo estaba calmado, pero se escuchó algo de alboroto en la puerta principal de la recidencia sin haber algún efecto en el grupo y la pareja, solo escucharon como alguien se acercaba a la sala. Finalmente, se dejó ver a Jack con Becket y Austin que venían de la escuela.
-¿Qué hacen?- pregunto el mayor con una notoria molestia en su voz.
-Tarea- contesto la de nombre marino cortante. No quería meterse en algún problema, asi que prefería no decirles nada más allá de lo obvio.
-Y ¿se quedarán todo el día?- interrogó aún molesto, provocando que Sereina lo mire molesta y frustrada por su simple presencia.
-Si, ¿algún problema con eso?- indagó molesta.
Todos sus amigos y su novio sabían que tenía un carácter fuerte, así que decidían no meterse con ella ni en sus asuntos. Ella vio que su hermano menor iba a hablar, pero lo interrumpió contestando lo que quería preguntar -Si, lo sabe mamá y también sus padres, así que si no les importa déjenos concentrarnos porque mañana tenemos examen- informo viendo como el trío asentia con algo de miedo, sobretodo su hermano, y se fueron dejándolos solos en la sala.
La habitación volvió a envolverse en un silencio algo incómodo, pero no tanto. Ese mismo fue interrumpido por el novio de la chica hablando otro idioma, un idioma que les gustaba a ambos: latín.
-Annon animadverterunt adhuc te tuniculam meam induisse aliquot diebus? (¿Aún no han notado que llevas varios días trayendo mi sudadera?)- le pregunto con gracia y una sonrisa divertida en su rostro.
-Imo stulti et caeci sunt (No, son unos tontos y ciegos)- contesto del mismo modo, provocando una ligera risa en el rubio, para ver cómo se le acercaba al oído para susurrarle algo que también le dio risa mientras le daba un golpe con el codo en sus costillas, dándole una idea a los demás de lo que le había dicho. Después le dejo un rápido beso en la mejilla para seguir con la tarea mientras comían de los dulces exóticos que había llevado la chica a la isla.
[...]
Jack, su hermano y su amigo están en la escuela de la isla, donde asisten todos los adolescentes y niños. El acto pasado con Sereina lo molesto bastante, sobretodo sospechando lo que le pudo haber dicho Adam a Sereina. Siempre ha sido algo protector con ella, pero nunca tiene en cuenta las consecuencias de serlo, pues ya fue demandado por golpearla sin razón alguna, provocando que tenga una orden de alejamiento de ella.
"Pero ya no estamos en casa, así que no aplica aquí", pensó.
Lo que no sabe y tampoco tiene en cuenta es el hecho de que ella puede volver a demandarlo llegando ahora con la alcaldesa de su amiga, lo que apresuraría más la demanda y la orden de alejamiento. Aún que, si quiere, también lo podían deportar gracias a la edad que posee Jack.
Diesciocho.
Esa edad era suficiente para deportarlo y que se mantenga solo, y alejado de Sereina.
Pobre Sereina. La primera vez que ella lo denunció fue por una buena golpiza que le proporciono a uno de sus amigos y a ella. Siempre le decía que si no se alejaba de él le iba a ir muy mal, pero ella nunca hizo caso, sobretodo porque Jack nunca tuvo poder alguno sobre ella. Vez tras vez se lo decía a sus padres de ambos, pero ninguno la tomaba en cuenta hasta que...
Un día, regresando de comprar la cena los encontraron discutiendo en la sala de los Frost. Ambos estaban muy enojados, incluso manoteaban y se gritaban mutuamente, hasta que la furia se descontroló en ambos y empezaron con los empujones, golpes y jalones. Pero Jack se desespero y la tomo del brazo para golpearla con puño cerrado, noqueandola por un momento, el que aprovecho para colocarse encima de ella y empezar a golpearla sin piedad alguna mientras aún le agarraba el brazo para que no escapara ni se pudiera defender.
Lo más triste de eso, fue que nadie hizo nada para quitárselo de encima. Ni siquiera cuando escucharon sus gritos, vieron la sangre ni cuando la escucharon y vieron llorar de miedo.
Jack se dio cuenta de lo que hizo una vez que se canso y ella se encontraba en el piso tirada con heridas de gravedad en la cara, el brazo roto y un gran charco al rededor de ambos. Ahí fue cuando se arrepintió por completo de no haberse controlado más de lo que creía ser capaz. Al verla así, le tomo el rostro entre sus manos y le pidió disculpas sin obtener ninguna respuesta para marcar a una ambulancia, mientras sus familias se encontraban en la entrada viendo todo en completo shock.
Pobre Sereina. Ese día le fue muy mal. Desde entonces se hizo más fría, cortante y aislada.
-Y ¿qué quieres hacer en la tarde?- hablo Sereina caminando por el pasillo teniendo el brazo de su novio en sus hombros, provocando que Jack salga de sus recuerdos y se esconda rápidamente aún escuchando su conversación.
-Lo que quieras, tengo la tarde libre- contesto el rubio estando de buen humor.
-¿Qué te parece si me enseñas a surfear?- pidió de una forma linda, tierna y dulce haciendo que el corazón de ambos chicos se derritan.
-De acuerdo, usaremos mi tabla, pero no vas a cuestionar ninguno de mis métodos, ¿de acuerdo?- sentenció con una pequeña sonrisa dulce en su rostro.
-Aghhh- gruño la chica haciendo si cabeza para atrás -Está bien, trataré de no hacerlo- contesto para voltear a verlo, deteniendo el paso de ambos.
-Me conformo con eso- pronunció con una sonrisa para inclinarse a ella mirando con atención sus labios y, finalmente, besándola.
Jack creía que se habían ido, pero al sonar la cabeza y ver aquella escena sintió un revoltijo en su estómago y en su cabeza, haciendo que se moleste. Sin embargo, logro controlarse y prefirió marcharse del pasillo para distraerse en golpear algo que se encuentra en el pequeño gimnasio de la escuela.
Claro, todo esto fue temprano cuando la aurora aún estaba presente en el cielo. Pero todos ya estaban en clases para poder cumplir con sus metas.
Jack, ojalá recapacites y la dejes en paz. No trates de obligarla a amarte. No lo hagas.
Pobre Jack.
Pobre Sereina.
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𝙰𝚖𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝙳𝚎𝚕 𝙾𝚌𝚎𝚊𝚗𝚘 ||Maxwell J.||
Подростковая литератураSereina Frost es una chica poco común, nunca encajo con las niñas de su escuela, ni del lugar donde vivía; sus padres y los amigos de la familia creían que era rara, pero ella tenía una obsesión secreta, una obsesión por el mar y los secretos que oc...