𝙰𝚖𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝙳𝚎𝚕 𝙾𝚌𝚎𝚊𝚗𝚘 ||Maxwell J.||

4🌊

Una vez que Sereina entro a la casa camino hacia las escaleras para dirigirse a su cuarto, pero fue detenida por Jack, quién estaba molesto -¿Quién era?- e pregunto de manera brusca, siguiéndola.

-Un amigo- contesto cortante

-¿Un amigo? Los alcance a ver, ¿porqué estaban tan juntos?- le reclamo a lo que ella se detuvo y lo miro de manera frustrada

-No tengo porque darte explicaciones, además, querías que tuviera amigos, ¿verdad? Bueno, ya hice uno- debatió -Asi que mejor déjame en paz, se un poco más como Becket, a él no le importa cuando tengo amigos o no- artículo escuchando un asentimiento por parte de Becket

Estaba a punto de subir las escaleras, pero Jack la tomo por el brazo de manera brusca y agresiva, regresandola mientras la volteaba -Escúchame bien, Sereina...- le dijo agresivo pero fue interrumpido por la chica que se soltó rápida y ágilmente de su agarre y lo golpeó en la cara, dejando sorprendidos a todos en la casa.

-No, tu escúchame- sentenció molesta -No me vuelvas a tocar, o ¿ya olvidaste lo que pasó la última vez que me trataste así?- cuestionó recibiendo una negación por parte del chico -Bien, ahora, me vas a dejar en paz y no te va a importar con quién me junto porque yo sé perfectamente con quién lo hago- demandó -Por eso no me junto contigo, tu hermano y tú familia- susurro en su dirección, finalizando la pelea para subir las escaleras dirigiéndose a su cuarto.

¿Qué pasó la última vez? Hace unos años, Jack vio que Sereina había hecho un amigo y pensó que no solo eran amigos, trato de no tomarle importancia por un tiempo, hasta que una vez escucho algo que dijo ese chico, se supone que debía ser gracioso pero no lo fue, aún que en realidad no incómodo a Sereina. Jack se molestó mucho y hablo con Sereina, ambos se molestaron y Jack termino golpeándola y amenazándola, dejándola traumada de por vida. Al final, Sereina hizo una demanda, tal vez no lo arrestaron, pero le dieron una orden de restricción con respecto a tocarla. De manera que, si ella se defendía, nadie le podía hacer nada, solo que haya testigos en todo momento y que vieran que se estaba defendiendo. Tal vez ya estaban en otro país, pero Sereina se iba a asegurar de que no se le acercara ni a ella ni a Adam.

[...]

Posterior a una mes, Sereina fue a la misma cafetería. Adam, al verla, sonrió feliz empezando a anotar su orden sabiendo lo que pedía siempre. -Estas sonriendo otra vez- le dijo un chico de tez morena con cabello ruloso oscuro y ojos cafés.

-¿De qué hablas, Peter?- cuestionó confundido

-De esa sonrisa tonta que tienes siempre que viene esa chica- explico -Es como si estuvieras enamorado- añadió

-No lo estoy, solo somos amigos- expuso defendiéndose recibiendo un corto comentario sarcástico, pero en eso llegó la chica con nombre marino

-Hola, chicos

-Hola, Ser- contestaron al unísono -Los veo después, tengo algunos clientes- dijo el moreno para marcharse -Piénsalo un poco; nos vemos, Sirena- comento caminando

-Adios, Morales- contesto con un poco de burla -¿De qué hablaban?- interrogó a su amigo

-Piensa que estoy enamorado de ti, pero le dije que solo somos amigos- expuso recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de la chica -Ya pedí tu orden, por cierto- agrego

-Gracias, aún que vas a tener que extender la lista de la orden- comento algo apenada, dejándolo confundido -Vine con mi familia, sus amigos y la familia que vive aquí- explico

-Eso explica el porqué viniste más arreglada qué otras veces- declaro recibiendo otro asentimiento y ambos ríen -Ok, dame las órdenes y yo lo pido- pronunció sacando su libreta junto a su pluma