BlackHole (Relatos Cortos)

(2) BlackHole

*Animales desaparecidos*

Todo estaba oscuro, nada se veía y sólo se escuchaban dos cosas; los pasos de Lily y la antorcha crepitar; esta servía de única visión para ella. Estaba caminando por un largo pasillo observando cuadros de personas de muy alto cargo, y con nombres y ropas muy sofisticadas; eso la hace reír.
Hasta que llegó a una sala con un aspecto más lúgubre y con fluidos muy pegajosos por el suelo...Eran babas y sangre, aún calientes. Todo cambia de un momento a otro, la llama ilumina a un ser delante suyo; era una bestia gigante con grandes ojos amarillos, un pelaje desordenado y unos dientes brillantes.

El combate comienza sin previo aviso, la bestia se balanza contra Lily pero para dejarlo inconsciente le lanza la antorcha dentro de su boca. Parece que todo ha salido bien, la monstruosidad se está ahogando, pero las apariencias engañan, no sólo sigue igual, sino que ahora puede lanzar llamaradas de fuego.

La niña busca la salida pero antes de poder darse cuenta, se choca contra algo, parece ser otra bestia, pero es algo diferente, está actúa de forma más calmada e incoherente y también le falta parte de su cabeza, por donde el temporal. Todo parece perdido pero lily consigue meter su varita dentro del agujero de la segunda bestia, está se ríe de forma histérica aunque termina matándola de un derrame cerebral.

Pero algo pasa, la primera bestia no está enfadada, sino en pleno llanto. Esta se lanza a ver a su <<amigo>>, pero está muerto...Eso no hace que se detenga, más bien, para salvarle conjura <<El hechizo del Altruista>>; este le resulta familiar a Lily de haberlo leído en alguno de los archivos de Lawrance. Así consigue salvarlo, pero fusionando sus dos cuerpos en uno, ahora son una bestia de dos cabezas que se está apunto de abalanzar contra ella, pero todo cambia. La cabeza que representa la segunda bestia, arranca la de su <<compañero>> de un mordisco, muriendo los dos desangrados...

Lily recordó quienes eran estos dos individuos y no pudo evitar llorar al ver que había pasado.

*El hijo de la Corte*

La niña errante estaba cruzando los Bosques de Fuego otra vez, pero se veían distintos, tenían más vida en su interior, más luminosidad, <<a lo mejor esa anciana tenía razón>>, pensaba Lily, puede que haya viajado a otras tierras o a lo mejor otros tiempos. Siguió caminando. Quiso recordar como llegar al pueblo más cercano, pero las rutas estaban suficientemente cambiadas para que ella se perdiera, hasta que supo localizarse. Se encontraba donde vio por primera vez a la silueta esquelética y donde escuchó aquellos susurros pálidos. Pero algo era distinto, ya no estaban ni los susurros ni el misterioso ser, sino un hombre...Pero no era alguien cualquiera, era un joven con unos ropajes muy sofisticados, un cabello arreglado y en sus manos se encontraba un archivo, que se aferraba a él como si le fuera la vida en ello.

Pero había más personas, y parece que tenían una disputa, Lily se sentó y empezó a escuchar entre los arboles:

-Entonces quería proponeros este acuerdo, así podremos proteger al reino de...-Se quedó en silencio, parecía que no había pensado que decir en está parte.-...El punto, necesito un sacrificio.
-Lawrance, ya conocemos tus planes y trucos, sabemos que siempre se tuercen o estropean, te recordamos que fue de Fork y Atlas.-Se rieron al unísono, Lawrance frunció el ceño, no le gusta que lo vacilen.
-Ya, ya, ya, mirar, no pido nada inalcanzable, sólo necesito a alguien que se sacrifique por nosotros y quien vendría mejor que vosotros.-Todo se quedó en silencio, ya conocían sus intenciones.
-Ya ha quedado fijado, no vamos a entrar en tus tratos. Así que un saludo al Gran Emperador de nuestra parte, adiós...-El otro miembro de la Corte lo interrumpió tímidamente.
-Espera... -Le costó decir.-Creo que es buena idea, estuve leyendo esos archivos que cargas y buscar la forma de vida definitiva creo que podría ser beneficioso. Aunque nuestra vida sea absorbida...
-¡No, no voy a dejar que este bastardo, traicionero a la sangre Real, nos haga desaparecer! Parece que los ideales del Supremo no han quedado claros, así que marcha...-De una forma muy brusca fue interrumpido por la Suprema Miembro de la Corte. Lawrance se estaba yendo, pero se dio la vuelta al escuchar sus palabras.
-No pongas palabras en mis labios que ni si quiera que pensado...Tú, Lawrance, como ha dicho mi discípulo, queremos aceptar la propuesta que has dictado. Creemos que es la forma perfecta de salvar al Reino de su caída. Pero, deberás sacrificar algo preciado para que podamos saber que va a funcionar.
-Pero...Señora...¿No estará diciéndolo verdad?Usted sabe que es nuestra perdición.
-Lo sé, pero me quiero arriesgar, veo potencial en esta idea, pero...¿Tu lo ves?-Todo se quedó callado hasta que la decisión fue dicha, Lawrance no pudo evitar sonreír.
-Acepto...Todo sea por el Gran Emperador.
-¿Qué sacrificarás tu muchacho?-Se olvidó de esa parte del trato
-Toma este colgante, pertenecía a los Boss Brothers.-Este representaba su victoria.-Es uno de mis mayores logros y por eso sacrifico esto.
-Pues que el trato comience-Cogió el colgante y lo rompió de un solo movimiento, zanjando el trato.