Engaño ➸ MiChaeng

•30•

—Pero mira este lugar —La mayor habló—Desde aquí se nota lo costoso que es.

—No es tanto, de verdad—ChaeYoung la miró—Hay cosas muy ricas, no te arrepentirás.

—Eso espero —Negó con una sonrisa—Sino las golpearé a ambas en la cabeza.

Las tres ingresaron al lugar, deleitándose con la vista.

El mesero las guió a una mesa vacía, la cuál estaba al fondo del negocio, junto a una gran pared con cuadros llamativos de distintos colores.

ChaeYoung se sentó, con los ojos pegados en los cuadros.

Estuvieron revisando la carta, decidiendo que pedirían ambas.

Intercambiaron opiniones sobre los patillos, antes de que llegara el camarero para pedir sus órdenes.

—Yo quiero un bibimbap—Jihyo observó a las menores—¿Ustedes que quieren?

—Yo quiero gimbap.

—Yo también—ChaeYoung sonrió— El gimbap de aquí es muy exquisito.

—Es verdad, la última vez que vinimos nos comimos tres platos cada una.

—Fue demasiado, pero divertido.

El mesero se fue, riendo por la anécdota contada.

—No sé como no siguen juntas —Hizo una mueca—Mírense, se complementan perfectamente, se llevan de maravilla y tienen buenos recuerdos juntos.

—Jihyo, no es momento de hablar de eso—Mina estaba seria—¿Podemos hablar de otra cosa?

—Es que no lo entiendo—La mayor se defendió—¿Qué tenías en mente a la hora de hacer lo que hiciste? Siempre me decías que ChaeYoung era lo mejor que tenías, de verdad que no lo entiendo.

—Jihyo, no quiero hablar de eso ahora, entiende—Mina se estaba molestando.

—Yo estoy dando mi opinión, quizás sin importancia, pero tengo derecho a hacerlo.

—Si, pero ahora no.

—Discúlpenme un momento, iré al baño—la menor se levantó, y se alejó de la mesa lo más rápido que pudo.

La situación era muy incómoda para ella.

Llegó a su destino, y entró con rapidez, como si buscara un escondite con urgencia.

Miró su reflejo en el espejo, e hizo una mueca.

¿Por qué no podía aceptar lo que pasó?

Le sorprendía como Mina no huía del tema, como lo hacía ella.

Los papeles parecían haberse intercambiado.

Lavó su cara con el agua fría, tratando de disminuir su incomodidad.

Cerró la puerta con seguro, para que nadie entrara a molestarla o incomodarla más.

Las palabras de Jihyo tenía sentido para ChaeYoung, pero pensarlo le dolía.

Los toques en la puerta la sobresaltaron.

—Ocupado—Respondió, esperando que la persona tras la puerta se fuera.

Silencio.

ChaeYoung pensó que la persona tras la puerta ya se había ido, pero los golpes volvieron.

—Soy yo, déjame entrar—La voz de Mina sonó por la puerta.

Se acercó, y sacó el seguro, abriendo la puerta.