Capítulo I

16 2 1
                                    

El inicio

¿Enserio pude ser tan estúpido?

¿Cómo no me di cuenta antes?

¿Por qué decidí vivir una mentira?

¿Tanto me odia como para engañarme así?

Las preguntas invadían mi mete mientras sentía como mi alma se escapaba de mi cuerpo por cada uno de los golpes que recibía, mientras unas risas se oían a la lejanía.

- Oiga jefe~ parece que el nerd ya no se mueve~ - una voz chillona empezó a hablar, haciendo que detuvieran su agresión.

- Aun no acabamos, podrá resistir un poco más, ya estaba acostumbrado después de todo - esta vez fue una más grave y ronca, mi vista se hallaba nublada y sentía algo caliente resbalar por mis labios y rostro.

- Creo que lo dejara más idiota si continúan - Una voz más aguda se hizo presente, más era distorsionada por mi mente.

- Supongo que aún no lo hemos entrenado bien - Sentí mi cuerpo ligero, cayendo ante el suelo de rodillas sin posibilidad de moverme debido a que mis extremidades no respondían; una mano sujeto mi rostro de forma brusca, solté un quejido y una voz se escuchó reír - Vamos pequeño, sé que puedes soportar más que esto~ - Forzó mis labios para abrirlos, tan solo me deje, no podía hacer nada.

- Parece que si está bien entrenado jefe - Más risas, mi cabeza dolía y solo pensaba que mi tormento acabara.

- ¿Qué deberíamos hacer con él? - movió mi cabeza, sentía su mirada en mí, parecía inspeccionar me.

- Podríamos dejarlo con las ratas - soltó uno.

- Mejor colgarlo de un tejado, será más entretenido - Se río otro.

- Mejor... - No pude oír más, mi cuerpo tan liviano como una hoja se dejó caer, lo último que vi y oí fueron unas sirenas a lo lejos junto con una voz algo familiar mientras que la pandilla huyo dejándome ahí, un mar oscuro consumía mi ser hasta que todo dolor se esfumo.

Desperté poco después, un pitido se hizo presente y una luz me cegaba, el olor a medicina se hacía más notorio hasta que acostumbré la vista mirando un monitor que tomaba mi pulso y demás cosas, así supe donde me encontraba, un hospital.

- ¿C-Como...? - Mire mis manos, estaban vendadas al igual que parte de mi rostro y pecho junto con mi estómago.

- B-Bonnie... Al fin despiertas, me tenías muy preocupado – miré de donde provenía la voz y lo vi, su cabello azul y esos ojos esmeralda... Sentí unas ganas terribles de golpearlo, pero mi estado me lo impedía.

- ¿Qué haces aquí? – Aparte mi mirada de él, ¿Cómo se atrevía a mostrarse frente a mi después de eso?

- Y-Yo... Bueno, después de que te fuiste... F-Fox y yo acordamos seguirte y... - Su voz nerviosa me comenzaba a fastidiar, y oír el nombre de mi mejor amigo... No, de mi ex-mejor amigo me hizo sentir peor.

- Ya estoy mejor, puedes irte con "Fox" a otro lado – Apreté las sabanas con algo de fuerza, intentando contener mis lagrimas y ganas de gritar, mi presión subía y lo sabia gracias al sonido de la maquina a mi lado.

- Vamos... Te trajimos hasta el hospital... Necesitamos ver que de verdad estés bien

- ¡Lo estoy! Vete de aquí – Solo me enfocaba en las cobijas, si llegaba a mirarlo no podría con mi autocontrol y me vería más ridículo que ahora.

- Pero Bonnie... - La puerta se abrió, parado en esta estaba el...

- Bonnie, que alegría, estas despierto – Sonrió... Mi corazón sintió un pinchazo fuerte, mi garganta comenzaba a doler – Te he dicho que no vayas por esas calles, mira como te dejaron esta vez – Tan calmado, como si nada hubiera pasado... - A la próxima, mínimo defiéndete o llámame, ¿No? Chica me empezó a gritar por el teléfono regañándome por que no tuviste cuidado – Se acerco y acaricio mi cabello, solo aparte su mano de forma brusca, dejándolo desconcertado.

- ¿Cómo...? ¿¡Cómo te atreves!? – La presión en mi pecho no se hizo esperar - ¿¡Hablarme como si nada hubiera pasado después de besarte con el!? – volvía a ver borroso debido a mis lágrimas, mi voz cortada hacia que mi dolor incrementara - ¡Eres un maldito sin vergüenza zorro de mierda! ¡No quiero ver a ninguno de los dos nunca más! ¡Lárguense! – Sabia que me veía patético... Pero el aceptar todo lo que vi y que los culpables actuaran como si nada me ponía enfermo, no sentía que me tomaran en cuenta.

- Oye... Nosotros solo... - Limpie mis lágrimas, una enfermera llego al cuarto debido al escándalo.

- ¿Qué está pasando? – Nos miro a los tres, el ambiente era pesado.

- Podría retirar a estos chicos por favor... No quiero visitas de ellos dos... - Apenas podía hablar, la enfermera se los llevo, dejándome solo en aquella habitación tan blanca y solitaria, solo pude llorar en silencio.

Hace unos años había aceptado mi orientación sexual, no fue nada fácil, pero fui bien recibido tanto por mi familia como mis amigos lo cual me hizo sentir bien conmigo mismo, así que después de unos meses di otro paso un tanto riesgoso pero que resulto: Declararme a quien en ese entonces consideraba mi maestro de guitarra.

El sentía algo por mi y acepto, fueron días bastante emotivos; salidas al parque, practicar guitarra, algunas comidas, las salidas con amigos, todo era color de rosa y la relación no podía ser mejor, incluso nuestro primer beso fue algo maravilloso, una velada a la luz de las velas y una cena para nada cara, ese día me sentí en las nubes.

Pero mientras más alto estés... Más dolorosa es la caída.

Apenas había conseguido el dinero suficiente para pagar un pequeño departamento para ambos, me ausentaba para trabajar, pero reservaba mis tiempos libres para andar con él; no le molestaba aquello e incluso aportaba para la renta, pero poco a poco lo note algo distante a medida que pasaba el tiempo.

Era de los pocos días que salía antes de mi trabajo, compre de antemano una bolsa de sus galletas favoritas y regrese feliz a la casa... Me hubiera gustado no hacerlo.

Frente mío estaba mi novio y mi mejor amigo, besándose... El shock no me dejaba procesar lo que pasaba y al salir de este exigí una explicación de lo que acababa de ver; tal parece que después de un año de relación empezó a engañarme con Fox, incluso ya se habían acostado cuando nosotros apenas llegábamos a un leve roce... Sali corriendo de ahí destrozado.

Mis piernas me llevaron, no sentía el control de estas y unas ganas de vomitar me inundaron, me detuve en un callejón a tomar aire, sin darme cuenta que ahí estaba el grupo de personas que menos esperaba ver, Los Nigthmare eran la pandilla que solía golpearme en la preparatoria y, creyendo librarme de ellos, me vine a vivir acá; era el peor día de mi vida.

Al final fue la paliza y esa hospitalización... Pocos días después me dejaron regresar a casa... Bon ya no estaba ahí, nuevamente estaba solo.

Un amor extraño - DeuzxBonnie [Fhs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora