❝𝐉𝐨𝐝𝐢𝐝𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐓𝐞 𝐀𝐦𝐨❞ ᵏᵃᵍᵉʸᵃᵐᵃ ᵗᵒᵇⁱᵒ

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 11 ❝𝐄𝐥𝐥𝐚❞

Caminaba a la escuela, feliz, una sonrisa estaba dibujada en su rostro. Una pequeña sonrisa que no se notaba. O al menos nadie la notaba solo el azabache. El si estaba atento a cada expresión en su rostro.

-Hola Kageyama...- sonrió- Hola...-

Solo a él le sonreía. Era SU sonrisa.

Ella estaba nerviosa, pero lo quería cerca, más cerca. Así que tomó su mano, se pegó a el y miró hacia abajo.

-. . .- el azabache sonrió-

Un tiempo después eran más unidos, ella no se ponía nerviosa a su lado, confiaba en él. Lo amaba. El también, la amaba. Primero le fue difícil, estaba acostumbrado a tenerlas un momento y luego abandonarlas. Pero ahora era diferente, así que se esforzó por no cambiarla. Lo logró, le era fiel, ni si quiera pensaba en otra chica que no fuera ella. Era la única en su mente.

-Me gustas...- la abrazó y ocultó su rostro en su cuello- Tu igual...- sonrió- Kageyama...- lo llamó- Si?- besó su cuello- ¿Soy linda?- su sonrisa se borró y la remplazó una mueca de tristeza- ¿Porque lo preguntas? Eres bella...- la rodeó con sus brazos- Pero...mi cuerpo...¿Es lindo?- tomó su mano- Claro, cualquiera que diga lo contrario es un idiota...- . . .- río levemente- Gracias...- sonrió- Te amo...- Yo también...-

Unos días después el azabache hablaba con una chica. Parecía ser de su clase, Hikori esperó, no quería interrumpir o ser impertinente. Así que se ocultó en un pasillo hasta que terminaron de hablar. El azabache se despidió y se fue. Ella lo siguió y luego lo llamo.

-¡Kageyama!- lo llamó- Ah! Hola...- sonrió- ¿Podemos salir en la tarde?- jugó con sus dedos y miró hacia abajo- Ah...es que...no puedo, tengo algo que hacer... así que...podríamos dejarlo para después...- respondió algo apenado- ¿Lo prometes?- lo miró- Claro...- sonrió- Vamos...-

Ella tomó su mano y fueron a casa.

Ella veía que hablaba mucho con aquella chica, pero no quería prestarle atención, seguro tenían algo pendiente además el podía hablar con quién quisiera. No quería ser celosa o posesiva, eso estaba mal. Aún así se sentía deprimida ¿Y si la cambiaba? Ya le había pasado antes, quizás podría volver a pasar, no quería.

Durante la noche pensó y pensó y las ideas locas inundaron su cabeza.

"¿Y si me deja?"

"¿Y si ya no me ama?"

"¿Habrá hecho algo con ella?"

"¿Me será infiel?"

"¿Y si ya no soy suficiente para el?"

Sintió un nudo en su garganta, no quería que la abandonará. No quería estar sola de nuevo y sentir ese vacío en su alma. No quería ser de nuevo una chica amargada, sola, fría y seria.

Secó sus lágrimas y se calmó, mejor lo invitaría a salir, seguro aceptaría, si la amaba el aceptaría. Además no quería desconfiar de el.

-K...Kageyama...¿Hoy podemos salir?- miró hacia abajo y jugó con sus dedos- Mhh...ya tengo planes, pero puede ser el fin de semana...- acarició su mejilla- ¿Tienes planes?- preguntó curiosa- Si, am...no es importante...pero debo hacerlo...- desvío la mirada- Am....de acuerdo...-

No había aceptado ese mismo día, pero al menos el fin de semana. Así que decidió irse con el a casa.

Los días pasaron y el se estaba alejando ¿Porque?. Aveces le decía que no tenía tiempo, que esperara, que se fuera a casa sola, que la alcanzaría más tarde y luego rechazaba sus salidas. Un día quedaron de verse. El había aceptado. Se verían en un parque.