Rompiendo su frialdad-Kirinon

II

Capitulo 2: La otra cara de la moneda.

Diez de la noche, nuevamente regresaba a su casa, hizo caso a las palabras de Kirito, no sabia exactamente porque lo hizo si ya todo problema estaba aclarado, tal vez una parte de ella deseaba volver a días pasados, en compañía de sus cuatro inseparables amigas, obvio esta presento la misma excusa de siempre cuando se preguntaban su repentina desaparición , semana de los odiosos exámenes de instituto, cuando a veces le preguntaban de a que quería dedicarse, bueno ella misma ni lo sabia, pocas veces  se ponía a pensar en eso, solo ansiaba ser libre de todo eso, aunque no hace mucho tenia la respuesta, mas ahora solo era un recuerdo pasajero. Fuera de eso se paso una gran tarde con las chicas, Asuna y Sugu tenían varias anécdotas de Kirito, las cuales por supuesto sacaron una sonrisa a la pelinegra, también como las aventuras que Asuna compartió con el joven atrapados en un mundo virtual, un pensamiento cómico surgió por su cabeza, "¿y si conocía a Kirito en ese mundo en vez de GGO?, de seguro hubiera dado una mejor impresión"  era algo distinto hablar del ya mencionado con total confianza, claro porque estaba en compañía de otras personas, si el estuviera aquí...no, no quiere pensar en eso.

Asuna es buena chica, harían un bonita pareja.

-Ah, demonios que estoy pensando...si, se ve que ellos se vean bien, pero -Paro sus palabras de repente y, con una fuerza que ni ella misma conocía lanzo su cojín por la puerta de su habitación- ¡El ya esta demasiado grande para saber que es lo va a hacer!...- se calmo de un momento a otro y dio un alto a sus palabras- claro ahí yo no tengo que verme involucrada.

Rápido salió de esos pensamientos, conocía que era lo mejor para él, aunque ella misma se contradecía con los sucesos que darían lugar mañana, se propuso que estar lejos del pelinegro seria lo mejor para ambos, sin embargo este mismo día invito a Kirito a una salida, ¿seria bueno comentarle eso a los demás?  ¿o es que el también ya se dio cuenta lo raro que se verían solo los dos?, antes quizás ya lo habían hecho, no como un acuerdo ya planificado, pero si lo estaban, quizás solo en el mundo virtual, pero eso para ella era demasiado cercano, como fuera el caso el resto de trabajo se lo dejaría en manos de él.

Fuera de eso tenia que planificar como iría mañana, ya que a diferencia de el pelinegro ( el cual de seguro solo tomaba la primera prenda que encontraba en su habitación) ella tenia algo de estándares a la hora de vestirse, impaciente se sumergía en los adentros de roperos repletos de ropa, alguna ya que tenia unos años o recién comprada, pese a ello se tomo su tiempo, el suficiente como para dejar todo tipo de prendas por doquier, claro en ese instante no caía en cuenta de todo el desastre que dejaba, o eso fue pasadas un par de horas que, para ella transcurrían como si fueran minutos, obvio al ver su reloj quedo estupefacta por ello, pero luego de ver su prenda un pequeña sonrisita traviesa se le formo, no era nada del otro mundo, pero tampoco algo corriente como su ropa de casa, un blusa de color pulcro, acompañado de una chaqueta similar a la que usaba en su instituto (a veces algunos lograban confundirlas, claro después de quedársela viendo notaban una notoria diferencia), una falda no tan corta (Shinon no era de esas tipas), de calzado  unos zapatos que hacían juego con la chaqueta y por ultimo una bufanda que logro encontrar en uno de sus cajones personales, de seguro haría frio por lo cual se tomaría las medidas necesarias para evitar pescar un resfriado, ¿debería traerle una conociendo lo despistado que seria su acompañante? 

-Por supuesto que no, el ya puede valerse por si mismo- Se pronunciaba para si misma, luego de dejar de lado una bufanda de color negro, que va incluso se tomo las molestias de pensar en su color tan característico, ¿aunque porque también siquiera se puso a pensar en ese detalle?