Capítulo 2

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El ronroneo de Thomas hizo que me despertará temprano, amo a mi gato pero en momentos como estos me cuestionó un poco.
Mire reloj de mesa y marcaba las siete de la mañana, por lo menos el día prometía tiempo lindo, así que me levante e hice mi rutina mañanera.

Le había dicho a mamá que iba a salir, y ya que ella va al cine no puedo ir para aya, creo que estaría bien conocer un poco la ciudad, después de todo esto es Seatle que ¿malo podría pasar?

*

El día estaba perfecto, llevaba casi una hora fuera de casa, no había querido salir desde que llegamos y ahora me arrepiento inmensamente, este lugar parece sacado de un cuento, hay tiendas de ropa y centros comerciales inmensos, pero lo que más llama mi atención es lo que esta frente a mis ojos, desde que me sente en esta cafetería no he podido dejar de mirar la inmensa puerta de la biblioteca que está al frente.
Como muy rápido mi trozo de pastel y milo frío para ir a curosear.

- si sigues comiendo de esa manera te dolerá el estómago, creeme lo he hecho antes y es horrible por eso me tomo mi tiempo ahora- habla la voz de una chica con cabello azul que aparentemente a estado al frente mio todo este tiempo.
-Tengo ganas de ir a esa biblioteca-señaló con mi cabeza mientras termino con el último poquito

-No eres de aquí, ¿cierto? de lo contrario ya sabrías que es la mejor biblioteca del mundo - el entusiasmo con que lo dice me hace sonreír, es lindo encontrar alguien que también le gusten estos lugares.

-Si, me mude hace muy poco, mi nombre es Abby- aprobeche para presentarme.

-Mucho gusto, el mio es Daniela, pero puedes decirme Dani, a mi parecer El Daniela es muy largo- dijo encogiendose de hombros

-Muy bien Dani, iré a conocer la mejor biblioteca del mundo - dije mientras caminaba para pagar por mi comida, me fue imposible no mirar las fabulosas botas de tacon y cadenas que traía, es un estilo que siempre me ha llamado la atención pero que nunca me he atrevido a usar.

-Ya veras que no te vas arrepentir- dijo mientras se giraba para continuar en lo suyo.

A pesar de que era temprano y el día estaba completamente soleado hace un rato, ahora era lo contrario, lo curioso es que no me había fijado a pesar de que estuve mirando hacia afuera todo el tiempo, una inmensa nube cubría el cielo y el viento soplaba más fuerte.
Una gota cayó sobre mi cabeza haciendo que me sobresaltada y me hiciera reaccionar para cruzar la calle antes de que lloviera fuerte.
El problema, fue que por mi carrera olvidé mirar hacia los lados, solo fui consciente de ello cuando un fuerte pitido estaba haciendo reventar mi cabeza, mi pecho se comprimido en un dolor fuerte impidiendo que respirara, intentaba pararme pero sentía que el cuerpo no respondía a mis órdenes, mi vista nublada solo empeoró las cosas y dejé de ser consiente de todo hasta que algo o más bien alguien se paro junto a mí cuerpo.

Dos semanas después

Dolor, una palabra que nadie quiere decir, a la que todos le huyen pero que al paracer es inevitable, dolor de una perdida, dolor sentimental, en mi caso, dolor físico, incluso intentar abrir mis ojos dolía, mi boca estaba seca y cuando intente hablar entre en pánico realmente, sentí como algo me lo impedía y las náuseas se hicieron presentes, pequeñas lágrimas de desesperación corrían por mis mejillas y los cables sobre mis brazos empeoraron la situación. Alguien llegó a mi lado y en cuestión de segundos sentí como todo se volvía oscuro, volviendo  a quedar en un sueño profundo.

-Hemos quitado la sonda y su fuente de oxígeno, hasta el momento a respondido bien, sin embargo, debemos esperar a que despierte para ver las secuelas que pueda presentar - Hablaba alguien de blanco frente a mi cama.
La luz en el techo hizo que cerrará mis ojos hasta acostumbrarme a ella, intente hablar pero nada salía de mí, mi garganta ardía a pesar de que no sentía nada en ella, y después de varios intentos pude llamar a mamá, un sonido casi audible pero que sin embargo hizo que ella se guiará.

-¡Hija, mi vida despertaste, oh mi cielo, vas a estar bien, lo prometo, voy a cuidarte más que nada mi amor! - hablaba mi madre llorando, sus lágrimas se mezclaban con las mías y en cuestión de segundos estábamos rodeadas de médicos y enfermeras.

-Martha, necesitamos valorar a tu hija por favor danos unos minutos y ya podrás estar con ella.

Mi madre accedió y el miedo a quedarme sola me aterro, los médicos me explicaron y enseguida comenzaron a realizar procedimientos para ver si respondía normalmente.
Fue una eternidad y a veces me parecía una tontería todo lo que me preguntaban, al parecer todo estaba bien, salvo por que no recordaba lo que me había sucedido, los médicos dijeron que era por el trauma pero que lo recordaría con el tiempo o quizás no, todo depende de como tomaras los hechos.
Lo único de lo que estaba segura en ese momento era del hambre tan horrible que tenía, sentía que no había comido en siglos así que me trageron algo de comida para de paso ver como funcionaba mi sistema digestivo.

Estuve hablando un largo rato con mamá hacerca de lo ocurrido, al parecer había cruzado la calle sin darme cuenta y me atropello un carro, el conductor y otra chica me trajeron al hospital y dos semanas después derperte.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2022 ⏰

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