Amigo Gay (박지민) ✓ EN EDICIÓN

CAPÍTULO 10

—Si, hermosa, lo sé— besó mi frente y se fue a trabajar.

La verdad es que esto es realmente difícil, porque aunque no lo parezca sí siento cosas por Jungkook.

Me tumbé a la cama, nuevamente, para cerrar por unos minutos los ojos y levantarme; pero el sonido de mi celular interrumpió mi plácido deseo. Fastidiada lo agarré y me sorprendió lo que ví.

Era un mensaje de Hoseok.

Hoseok:
¿Podemos hablar? Te conviene.   

Quedé desconcertada al leerlo, en serio, la última persona que se me habría venido a la mente sería él, y menos así de serio.

Yo:
Claro, pero que sea rápido.

Respondí cortante, de la misma manera en la que sentí que él se dirigió hacia mí.

(...)

Sentí el sonido del timbre, unos 15 minutos después, y supuse que Hoseok había llegado. Me levanté del sofá y abrí la puerta, viéndolo con un semblante... serio?

¿Estaba molesto conmigo? ¿Por qué?

—Hola..— lo saludé, ya que no lo hizo.

—Hola..¿hablamos?— respondió cortante.

—Vale, entra— lo invité a entrar y se sentó viéndome en el sofá, seriamente.

—Debes que alejarte de Jimin, T/N— ordenó

Mierda...se enteró.

—¡No! ¿Por qué lo dices?— contesté aparentando estar ofendida.

—Él no es bueno para tí, T/N.

—¡¿Cómo sabes?!— dije ya molesta— ah, claro, ¿ahora es mala influencia por ser gay?— continué sarcástica.

—Es falso, T/N..—aseguró.

—¿Falso? ¡Falsos son ustedes, que me tiran los tejos indirectamente y delante de Jungkook!— exclamé a punto de explotar del enojo.

—Yo sólo vine a aconsejarte, tú problema si no entiendes, Han T/N— expresó indiferente y se levantó del sofá para dirigirse a la puerta— sólo te digo que..te arrepentirás de haberlo conocido— continuó hablando de espaldas a mí, al acabar cerró la puerta tras él.

—¡Agh! ¿¡Qué mierda le pasa!?— exclamé para mis adentros.

Pero me relajé al sentir, a los 10 minutos aproximadamente, otro toque del timbre.

Jimin había llegado.

Sonriente, abrí la puerta, dejando ver a un hombre perfecto, el hombre que me trae jodidamente loca.

—Hola, hermosa— dijo alegre al verme.

—Hola, precioso— respondí de la misma forma. Y sí que lo estaba.

—¿Subimos?

—Oh, ¿tan rápido?

—Oh, no, yo sólo decía, para evitar que tu esposo nos pille— contestó pellizcando suavemente mi mejilla, de forma cariñosa.

—No, hoy viene tarde. Pasa— lo invité a entrar y así lo hizo.

Estuvimos un ratito charlando, y yo, intentando molestarlo pícaramente, hice que tuviera una gran erección. Con el simple hecho de abrazarlo por detrás, ponerme en puntillas y decirle "daddy, fuck me" al oído para luego morderlo levemente lo tenía bajo mi poder.

—Daddy...fuck me— susurré cerca de su oído y luego mordí sensualmente esa zona.

Noté como se estremeció, así que empecé a masajear su perfecta anatomía y besé su cuello, justo donde están los lunares expandidos por su hermosa piel.

—T/N, dame tu mano— ordenó suspirando.

—Ten..— se la extendí, como me pidió. Pensé que iba a acariciarla, pero lo que ocurrió a continuación me gustó aún más.

La dirigió a su entrepierna, donde se encontraba alguien bastante caliente.

—Oh, Jiminie, ¿ya quieres hacerlo?— cuestioné tiernamente, con la intención de ocultar la perversión.

—Oh, sí, nena— afirmó desesperado, se escuchó muy sensual de su parte, pero debía resistirme un rato.

—Oh..que lástima— quité mi mano— pero eso no pasará, listillo— negué y me miró con deseo y algo de molestia, reí internamente.

—Han..¿Acaso se te olvida quién manda aquí?— me preguntó en un tono autoritario, con una ceja alzada, añadiéndole seriedad al asunto, yo en cambio, reí de lado; provocándolo.

—Ay Jimin, por favor, ni que fueras mi esposo— respondí burlona y él se acercó.

—No, pero soy tu daddy, y puedo volverte loca sin necesidad de tocarte y lo sabes, puedo hacer todo lo que él no.— aseguró.

—Pruébalo— reté y se puso detrás de mí.

—Ah ¿quieres que ahora sí te divida en dos de una maldita vez?— susurró sensualmente cerca de mi oído y se inclinó un poco para así morder mi hombro.

—Ah~ Jimin...— gemí, no tardé en sentir esa carga en mi vientre— fóllame— dije en un tono bastante bajo, casi en un suspiro.

—Pequeña, ahora sí que no caminarás, cariño— susurró nuevamente.

—Eso es lo que quiero, daddy— contesté.

—Buena niña— expresó y sonrió con satisfacción— vamos arriba de una maldita vez, para que conozcas verdaderamente a Park Jimin..— continuó y me tomó entre sus brazos, modo princesa, para llevarme hasta el cuarto, dónde me daría la mejor follada de mi vida.

No puedo resistirme a esta perfección...

¿El lemon? En breve, aguanten tantito Jsjsjs, espero que me salga bien, no soy buena en eso pero weno :') sayonara