MATEMÁTICAS PARA EL AMOR - Kim Namjoon

Capítulo LXXX "De poco a poco"

¿Cuál es la probabilidad de que encuentres a tu alma gemela o a tu ser predestinado?

Te conté la historia de las almas predestinadas, seres que por su insolencia fueron separadas, condenadas a vagar en la tierra hasta que se encontraran. Ahora conoces la historia de Yoo In Na y Namjoon, sin embargo esto no termina con un y vivieron felices para siempre, el final feliz lo creamos día con día y no todos serán felices, pero eso es lo interesante de vida aprendes de ellos porque todos amamos y ansiamos esa felicidad. 

Namjoon no fue capaz de quedarse mucho tiempo en Oxford, debido a que tenia que culminar sus estudios, sin embargo aquellos dos meses que pudo quedarse con In Na fueron de crecimiento y sanación por ambos lados y por primera vez desde que se conocieron fueron avanzando de poco en poco, volviendo a cultivar esa confianza rota. In Na tenia tres únicos objetivos en ese momento; terminar de resolver ese problema, reparar la relación entre su hermano y Namjoon y encontrarse a si misma. Aunque a veces avanzaba más en unas y se quedaba estancada en otras no perdía la esperanza.

- Dime que vas a llamar todos los días y tendremos cena virtual los miércoles y sábados - Recordaba Namjoon por milésima vez mientras abrazaba a la beta antes de tener que abordar su vuelo de regreso a corea. 

- Cena para ti y desayuno para mi, pero si Namjoon, lo prometo - Respondió mientras seguía con su rostro escondido en el cuello del alfa, memorizando su exquisito olor. 

- Y también promete que vas a cuidarte, no te saltaras ninguna comida y cuando tengas frio te abrigaras, si te sientes mal ya sea física o emocionalmente no dudes en llamarme o llamar a tu hermano. También que te vas a esforzar en resolver ese problema del demonio y volverás conmigo - In Na sonrió cautivada por todo lo que le preocupaba a Namjoon.

- ¿Algo mas caballero? - Pregunto con burla.

- Y que no vas a almorzar con John - Aunque la beta no pudiera verlo, Namjoon hacia un leve puchero.

- Tranquilo Namjoon, solo tengo ojos para ti - Menciono separándose un poco de abrazo aunque el alfa aun la tenia tomada de la cintura - ¿Confías en mi? - Namjoon asintió - Entonces no tienes porque preocuparte, te amo.

- También te amo - Dijo besándola una vez más y oh cielos, cuanto iba a extrañar su sola presencia. 

Se despidieron una ultima vez antes de que Namjoon abordara el avión, si todo salía como ambos planearon se volverían a ver después de las festividades de año nuevo. 

Por otro lado la relación de hermanos de Wonho e In Na había mejorado significativamente, y algo que ayudo mucho fue confesar como se sentían al respecto del otro. Fue una total sorpresa cuando ambos descubrieron que sentían envidia mutua y era algo estúpido cuando lo hablaron. Wonho tenia envidia de su hermana porque tenia algo especial, algo que el nunca tendría , pues consideraba que solo seria un omega común y corriente, sin embargo la beta le recordó y reconoció todo el esfuerzo que había hecho como modelo y el como estaba marcando la diferencia dejando en claro que los omegas no eran débiles, sumisos y hermosos, ellos podían ser todo lo que ellos quisieran. Por su parte In Na tenia envida porque Wonho podía ser normal, sin tener que justificar el porque era tímido y le constaba interactuar con las personas, ni mucho menos ser mal visto por ser beta, y esta vez su hermano le hizo saber que no era malo ser beta y que eso precisamente le hacia especial, que no tenia porque darle razones a las personas de por que era de un modo que ella podía ser feliz a su manera sin hacer caso a los comentarios de los demás.

Wonho confeso todo lo que había hecho y sentido no solo a su hermana sino a su pareja, el cual al principio se encontraba perdido, pues el creía conocer a un Wonho cuando no era así, pero no lo culpaba ni lo recriminaba todos cometemos errores y lo más importante era saberlos reconocer y enmendarlos. Ellos eran una pareja peculiar, ya que formaron un lazo antes de siquiera casarse o conocer a sus respectivas familias, pero era su forma de hacer las cosas y ahora esperaban el próximo verano para casarse.