Capítulo 1 Mi hijo suicida

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El día de hoy es soleado, raro clima para un velorio, es el segundo al que voy esta semana. No me es de extrañar lo ocurrido, primero el hijo y después la madre, imagino fue la depresión lo que le mató.
El vestido negro que utilizo atrae más el calor del sol hacia mi, muchos familiares y amigos lloran a la caja en la que se encuentra la señora Dolores (vaya ironía la del nombre). La vistieron cual muñeca antigua y sin embargo nadie lo nota, el esposo es el único que no llora ¿Por qué muchos hombres aún son tan estúpidos como para no mostrar sus emociones?

La ceremonia es larga, muchos ignoran lo que el sacerdote dice, únicamente lloran de tristeza, mi mirada se desvía hacia la tumba que se encuentra solo a unos centímetros de nosotros, el cuerpo de mi amigo se encuentra enterrado allí, para todos fue una sorpresa lo ocurrido ¿Quién se esperaría que algo así ocurriera? Tal vez yo sí, pero decirlo me condenaría ante los demás.
Madre e hijo fueron enterrados uno al lado del otro, supongo que estarían cerca, como él quiso siempre en vida, aunque ahora lo tiene en muerte y de nada sirve.

El camino a casa fue silencio, mi madre perdió a su amiga del alma, imagino que el duelo es díficil para ella como lo fue conmigo el de mi amigo. Llegamos a casa y respectivamente nos fuimos a nuestras habitaciones sin hablar, cerré la puerta de mi habitación con seguro y solté un largo suspiro.
Me acerqué a una vela negra que tengo en mi habitación y la encendí colocando atrás la foto de Marcos, el fósforo fue a mi pequeño basurero y yo fui a mi cama.

Debajo de está había una caja pequeña de madera, mi madre no sabe de su existencia y le estoy agradecida por respetar mi privacidad. La caja contenía una carta que me fue entregada después del funeral de Marcos, no la había leído porque las fuerzas me fallan cada que lo intento, imagino ahora no será el caso...

18-5-2022

Querida Emily

Te ah de sonar estúpida esa forma de iniciar la carta supongo, siempre te burlas de mí por ser tan formal. Espero estés bien si lees esto, aunque posiblemente me vayas a insultar.
Sé que para cuando lo leas yo ya no estaré y lo lamento ¿Okay? Yo no quería, pero ya no lo soportaba. Sé que mi decisión es egoísta, pero ponte en mi lugar. Tú sabes más que nadie lo que yo he sufrido, aunque también eres ignorante de un tema que siempre he mantenido en secreto.

¿Recuerdas cuando te dije que aquellas personas que no hablaban después de sufrir un abuso eran idiotas? Te enojaste mucho ese día conmigo, te doy la razón de haberlo hecho, sin embargo, yo no hablaba de los demás aunque mis palabras sí, en realidad hablaba de mí. Mi...padre, si así se le puede llamar, ese cerdo me hizo cosas tan...asquerosas, de sólo recordarlo entro en crisis y empeoró cuando quiso intentarlo con mi hermana.

Por favor, te pido la saques de allí, mamá sabe que el tipo quiso tocar a mi hermanita y solamente salió de la casa callada, yo me metí y le pedí que a ella no. Fue peor para mí, pero el saber que ella no pasaría por eso me ponía más tranquilo. No lo soporté, no soporté las críticas de mi madre respecto a mis gustos, el que me llamara maricon y me golpeara. Aún no le perdono que le haya pagado a una prostituta para que me violara.

Emily perdón de verdad, sé que fui egoísta en tomar esta decisión, tal vez notaste que lo hice el día de hoy, por algo cuando nos despedimos lloraste mucho y me abrazaste. Sé que es duro y lo será más con mi pérdida, pero por favor, perdóname y sigue adelante y de verdad, salva a mi hermana. Si tu cariño es real, sacala de ese infierno.

Con cariño, Marcos.

Las lágrimas no se detienen, sentí un vacío horrible en mi estómago, siento un asco horrible, pensar que ese hombre...es asqueroso. Tomé mi almohada y lloré, tenía tantos sentimientos guardados, entiendo su decisión, pero no era justo en lo absoluto...
La puerta de mi cuarto fue golpeada tres veces, no tenía fuerza para ponerme de pie, por lo que apoyándome de los muebles llegué a esta y la abrí.
Mi madre estaba allí, sus ojos estaban bastante hinchados, tenía el teléfono en mano.

Cartas a los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora