Gokú traicionado y asesino de espiritus

Capítulo 23: Un largo camino por recorrer

-- No sé por cuanto más pueda hacer esto...

Una voz en la oscuridad, habia alguien hablando en su cabeza. No era cualquiera, sabia a quien pertenecia esta voz. La escuchaba a diario; sin embargo, se escuchaba amable y algo resignada justo ahora.

-- Desearia poder hacer algo para ayudar...;pero, apenas si puedo mantenerme vivo...

Un largo suspiro como si estuviera lamentándose, esto probablemente era un sueño. De ser así vendria siendo la segunda vez que soñaba con esta extraña voz hablando.

-- Debes ayudarme...,no...quiero decir...debes ayudarlas...a ellas...

-- ¿Qué...? ¿Eres...tú...Gokú?

Se dió cuenta que podia hablar, era como si fuese capaz de poder comunicarse con él. Esto se sentia tan real que dudaba si esto realmente era un sueño.

-- ¿Puedes hablarme?...Ni yo lo sabia...eso es bueno...

La voz se habia escuchado con dolor, era como si él estuviese sufriendo por algo.

-- No tengo mucho tiempo, Tohka,....mira...mira esto....

Aquella pelivioleta cerró sus ojos al ver un fuerte destello.

Abrió sus ojos con fuerza y vió un lugar devastado, esta sin duda era una ciudad, edificios derrumbados invadidas por plantas que habian conseguido crecer, calles desoladas donde no habia ni una pizca de vida.

Luego de una explosión, Tohka pudo ver como algo se estrellaba con gran ímpetu en el suelo, asi algunos escombros derrumbándose.

Alterada, la chica se esconderia en un escombro para ver que estaba sucediendo, asomó su cabeza asegurándose no ser vista. Podia sentir algo muy extraño y malo en todo esto.

Aquello que se habua estrellado, se iba moviendo con lentitud dentro de los escombros, un ser vivo, de eso no habia duda.

De aquellos escombros, con mucha debilidad, apenas podia apoyarse sobre sus brazos una chica.

Tohka estaba totalmente horrorizada.

Una chica de pelo corto plateado de color gris, ojos turquesa...o bueno, eso dejaba ver uno de ellos, ya que el otro estaba cerrado debido a la sangre que escurria por la misma. Vestia un traje que podia ser como el de una monja, su cuerpo estaba herido.

Ella respiraba muy cansada, y parecia a punto del colapso.

Frente a ella aterrezaria una imagen masculina, cubierta con un abrigo, encapuchado, se acercaria hasta estar cerca a aquella peliplata.

-- ¿Po-Por...qué? -- preguntaria esa chica con debilidad

-- Nia, imagino que Rasiel no pudo preever esto, bueno no es como si importara, tu ángel es poderoso...sin embargo, no puedes hacer mucho en pelea cuerpo a cuerpo

-- Respóndeme....por favor....

-- Todos tenemos objetivos en la vida ¿Verdad, Nia? Este es el que yo escogí en esta nueva oportunidad de vida

Aquel tipo golpearia en la cabeza a esa chica que al parecer se llamaba Nia, ella cayó al suelo y patearia su estómago haciéndola escupir sangre.

Ella cerraria sus ojos mientras soltó un quejido de dolor y su único ojo abierto empezaba a lagrimear.

Tohka que veia esto escondida no pudo evitar cerrar los ojos frente a tan cruda imagen.

Derrepente todo el sonido se volvió nulo, una sensación parecida a la de un mareo se formaria en su cabeza.