Azúcar

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Sehun se ve atormentado por sus sentimientos, y realmente es rara la vez en que se siente tan "abrumado" de ese calor en el pecho que le provoca ver a ese ángel, corriendo en el jardín mientras recolecta fresas y que hace un pucherito cuando nota que la fresa que recogió estaba mala. Un calor en el pecho al que se volvió adicto cuando ve a Chanyeol sentado en una de las sillas de la cocina, meciendo sus pies mientras Irene, con mucho amor, le prepara sus fresas con crema batida y azúcar.

Azúcar.

Chanyeol es azúcar. Cuando se sienta en el sofá a ver sus caricaturas favoritas mientras Papi le llena la boca con ositos de jalea, y él, como agradecimiento le da un besito, un beso que a Sehun le sabe a azúcar. Es azúcar cuando se deshace en los brazos de Papi, cuando se queda calladito y quieto entre los edredones mientras papi lo llena de besos, ahí en donde delira y se hunde en olas de placer que lo único que sale de su boca son soniditos dulces, la miel en los oídos de Sehun, quien suelta risas sobre su piel y se vuelven parte de esta, por siempre y para siempre.

Entonces se da cuenta una vez más que tiene a un Ángel hecho de azúcar. Tan puro y demasiado frágil para este mundo.

— ¿Papi? – Yeollie resopla y hace un puchero, con los piecitos inquietos mientras se para frente al pelinegro — ¡Papi!

Sehun reacciona, dirigiendo la vista hacia el cachorrito que lo mira, con esos ojitos curiosos que lo caracterizan. Le da una sonrisa cálida y el menor se le trepa encima como un koala, sentado en su regazo mientras esconde el rostro en el espacio de su cuello y su hombro.

— ¿Te terminaste tan rápido las fresas?

— Papi, pasaron 30 minutos desde que me comí las fresas – murmura, removiéndose en el regazo del mayor — Estaba contándote mi día en el colegio pero tú estabas demasiado ocupado en otro mundo..

Y Chanyeol tiene razón, había pasado media hora desde que Sehun se le había quedando viendo con una sonrisa embobada — Estabas llorando, papi ¡pero no decías nada!

— Dios.. – El pelinegro suelta una sonrisa nerviosa y se seca las mejillas húmedas para después levantarse, agarrando a Chanyeol de la cintura — Ah, Yeollie, ¿cómo podría decir algo? Estaba demasiado perdido en tus ojitos.

Chanyeol se sonroja, sus mejillitas ardiendo y sus deditos encontrándose en demuestra de nerviosismo y vergüenza. Se agarra fuerte, las manos firmes de Sehun sosteniéndolo con facilidad en el aire, y en ese momento en donde ambos se pierden entre miradas llenas de dulzura, Yeollie deja un beso casto sobre los labios de Papi.

Un beso que sabe a azúcar.

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⏰ Última actualización: Jan 19, 2022 ⏰

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