La Mar (Beidou x Ningguang)

La mar

El mar es una amante serena y tranquila y demuestra siempre su gentileza con los marines que le demuestran su devoción, es apasionada e inquieta con los que se desean ganar su afecto. pero también es celosa y posesiva y quienes desatan su furia se atienen a las consecuencias, porque no hay nada más peligroso que una amante herida.

Eso lo sabía Beidou de sobra, eran las historias que le contaba su padre todos los días antes de partir hacía el extenso océano, si cierra sus ojos aún puede escuchar las palabras exactas de su padre:

-"Si vas a dedicarle tu vida a la mar Beidou, deberás entregarle tu alma y tu corazón a ella y solamente ella"

-"Pero tu eres un marinero papá, si todo tú corazón está con la mar ¿Dónde queda mamá?"- Preguntaba una pequeña Beidou de 6 años.

-"Jajajaja yo amo a tu madre, pero en mi corazón el primer lugar siempre será para ella"- Tomó a Beidou de la cintura y la levantó sobre sus hombros para que pudiera ver el extenso océano. -"Mírala ¿Acaso no es hermosa?"

-"Si que lo es"- Dijo Beidou viendo como la mar serena y tranquila reflejaba la salida del sol, saludando a todos los marineros que recién partían hacia sus aguas.

Pero hoy no era como aquel día, todo estaba oscuro, ella estaba furiosa, y lo demostraba arremetiendo una y otra vez fuertemente contra la proa del barco, lanzando sus enormes olas tratando de volcarlo y no estaba sola, el cielo la acompañaba en su sed de venganza con nubes grises y tambores de guerra. No era para menos, Beidou, su amante mas fiel, su favorita, había roto su juramento, la había reemplazado.

-"Capitana Beidou!! La tormenta no cesa, si estas olas siguen así nos vamos a voltear"- Beidou, volteó a ver a su tripulación, todos la miraban  expectantes, sabía que en el fondo estaban muriendo de pánico pero jamás demostrarían una pizca de debilidad ante su capitana si ella no demostraba miedo ante ellos tampoco. Sabía lo que debía hacer, caminó hasta la punta del barco y comenzó a hablar:

-"¡Si deseas llevarte a alguien de este barco, llévame a mí¡ Después de todo soy la causante de tu furia, rompí nuestra promesa"- Las olas sacuden con más fuerza la embarcación, esta vez desde todos los ángulos.- "Pero no me arrepiento, porque la amo, la amo más que a tí, la amo más que a nada en este mundo y si mi vida es el precio por amarla, lo pagaré con gusto" - Al terminar su frase, pudo ver a lo lejos como se formaba una ola, la ola más grande que ha visto jamás y se acercaba a gran velocidad hacia donde estaba, como una respuesta hacía su reto. En ese momento, justo antes de que la impactara y la arrastrará hasta el fondo del mar, Beidou deseo con todas sus fuerzas poder besarla una última vez.

Tenía 14 años cuando la vió por primera vez, elegante, agraciada y demaciado presumida a su parecer. Todo el mundo hablaba de ella, ya que, a pesar de su corta edad, era considerada una genio para los negocios. En verdad, no había una sola persona en todo Liyue que no conociera a la joven promesa, incluída su mamá, que siempre la comparaba con ella, ningguang esto, Ningguang lo otro, porqué no eres como Ningguang. Al menos, por fin podia verle la cara y ya había decidido que no le gustaba.

A sus 20 años tuvieron su primer beso, estaban en la fiesta de celebración de Ningguang al ser elegida como el equilibrio celestial, a pesar de que no se llevaba bien con ella, una fiesta era una fiesta, y la capitana más famosa de Liyue jamás se perdía una, si había chicas lindas y alcohol ten por seguro que allí estaría.

Después de un rato de copas y bromas con los miembros de su tripulación decidió salir a tomar un poco de aire. Era una noche hermosa, la luna llena acompañada por sus fieles estrellas iluminaban el paisaje y allí a unos cuantos metros estaba ella, tal vez fue el exceso de alcohol en su cerebro, tal vez fue el efecto de la luna iluminandola, pero en ese momento Ningguang le pareció la mujer más hermosa del planeta, con ese vestido morado que se amoldaba perfectamente a su cuerpo resaltando sus curvas. Estaba tan perdida en su belleza que no notó que unos ojos ámbar le miraban fijamente.

-"Si me sigue mirando así Capitana, me va a hacer un agujero"

-"Ya quisieras mujer, que yo te abriera el agujero"

-" Tan vulgar como siempre capitana"

-"Y que va a hacer al respecto, señorita equilibrio celestial" - Se acercó bruscamente a Ningguang, invadiendo su espacio personal en forma de desafío, pero su contrincante no cedió ni un ápice. Se quedaron enfrascadas en un duelo de miradas, ninguna estaba dispuesta a perder, el ambiente se volvió denso y la tensión se podia cortar con un cuchillo. Cualquiera que pasara creería que estaba apunto de comenzar una pelea o un beso desenfrenado, y así fue, en un impulso de sus emociones mezcladas con algo de vino Beidou la besó, y para su sorpresa, su beso fue correspondido. Al inicio, fue violento, una lucha por ver quien tenia el control, pero poco a poco se convirtió en un beso lento y profundo. Se separaron para tomar aire, se miraron a los ojos confundidas por lo que había sucedido y algo sonrojadas. Luego de un momento fue Ningguang quien empezó el beso.

-"Ningguang, la chica más hermosa, fuí tan afortunada por haberla conocido" - Fue el último pensamiento que tuvo Beidou antes de sumergirse en el mar.

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El roce de una suave mano sobre su rostro la sacó de su ensoñación.

-"¡BEIDOU! Oh gracias al Arconte Geo que despertaste" - Ningguang acariciaba delicadamente su cabeza, plantandole un beso un su frente.

-"Ningguang... ¿Porque estoy aquí? Debería estar muerta"- Le pregunta Beidou con algo de dificultad y con algo de desconcierto en su voz

-" La geo armada te encontró hace 3 días inconsciente en la playa, temí lo peor cuando te trajeron aquí. No sabes como me alegra que hallas despertado" - Ningguang se acerca lentamente y planta un cálido beso en sus labios y para Beidou es como si la devolvieran oficialmente a la vida. - " Sabes, desde que te encontramos en la playa no ha parado de llover"

-"Es difícil contener las lágrimas con un corazón roto"