¿Qué historia puede ocultar una máscara?

Capítulo III

Un día en que las voces de cierto rubio se volvieron muy ruidosas y difíciles de ignorar su amigo lo ayudó. Ese mismo día se hizo una promesa que mantendría al rubio triste sobrio.

Pero... 

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El rubio abrió sus ojos y miró a su alrededor, estaba rodeado de cosas que él pudiera usar para dañar su integridad más sin embargo ignoró el impulso de querer hacerlo, se levantó, se duchó y se cambió para así ser interrumpido por el sonido de la puerta abrirse.

¨Hey Tommy, Sapna- Oh...¨

Un periodo largo de silencio se formó entre los dos incomodándolos un poco.

¨Lo siento, debí tocar antes de abrir¨

Dijo Drista ante la situación, delante suyo tenía a un chico semidesnudo, y no, no era eso lo que le incomodaba, era el hecho de que uno de sus mejores amigos tuviese tantas marcas en su espalda.

¨¿Puedo...?¨

El chico asintió y la chica entró a la habitación cerrando la puerta y acercándose al rubio para abrazarlo y comenzar a llorar.

¨Tomas... ¿Por qué tienes estas marcas en tu espalda?¨

Tomas se colocó bien su polerón y se giró para abrazar a la chica quien a pesar de ser menor que él tenía una mente muy madura, rodeó sus brazos a la altura de los hombros de la chica y sostuvo su cabeza como si la de un bebé se tratase para así recargar su barbilla sobre la de su amiga. Cabe mencionar que su amiga no era tan chica de altura.

¨Drista, creo que deberías escuchar una historia que solo Clay y yo sabíamos... Hace muchos años, cuando todavía era un niño estúpido Clay empezó a jugar conmigo en el parque. Lo conocí porque yo era víctima del bullying y éste mismo no se detuvo hasta que cumplí los doce años. Durante todo ese tiempo tu hermano me ayudó a superar muchas dificultades como lo fueron mi depresión a los nueve, la muerte de mis padres a la edad de diez, el bullying constante tanto en la escuela como en el orfanato.¨

El rubio se separó de su amiga y se sentó en la orilla, indicándole que si quería se podía sentar a su lado o incluso en sus piernas, cosa que la pequeña rubia no dudó en hacer. En cuanto Drista acomodó su cabeza Tomas empezó a acariciar ésta.

¨Poco antes de que muriera, como unas semanas él me dijo que debería detenerme porque si no no se iría tranquilo... Desearía haber entendido a lo que se refería para poder ayudarlo.¨

La rubia sintió la respiración agitada de Tomas y le sonrió, tratando de consolarlo.

¨Drista, él es la única razón por la que sigo en este jodido mundo, él me hizo prometer jamás volver a hacerlo...¨

Después de una o dos horas los dos jóvenes cayeron en los brazos de Morfeo abrazándose como si sus vidas dependieran de ello. Pero, tal vez y sus vidas realmente dependían del otro.

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Tomas abrió los ojos, encontrándose así frente a frente con su amigo Clay. Lágrimas de felicidad y tristeza comenzaron a caer, él sabía que era un sueño, uno que tenía todos los días, pero una simple ilusión no le llenaba el vacío que su corazón albergaba par aquella persona.

27 - 01 - 2022
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