Pequeño Winchester

IX.- Recuperación

Stiles abrió los ojos de manera lenta, los cerró de nuevo por la luz pero cuando se acostumbro notó el techo blanco y los sonidos de las máquinas de un hospital. Giró su cabeza encontrándose con Derek dormido sosteniendo su mano mientras que su padre y Peter se encontraban en unas sillas un poco más lejos al igual que el lobo estaban dormidos.

Tuvo que concentrarse porque se dio cuenta de que no era una ilusión, todo había sido verdad. Había escapado y Alastair estaba muerto.

- ¿Sti? - preguntó Derek despertando, en cuanto vio a su castaño despierto se levantó. Iba a ir por un doctor cuando Stiles tomó su mano y lo miró de manera suplicante.

- Por favor, no te vayas.

Derek asintió mientras se volvía a sentar sosteniendo la mano del castaño.

- No me iré. ¿Te duele mucho?

- No, solo quiero agua. – Derek le pasó un vaso con agua – Gracias.

- Cachorro, estás despierto. – dijo Peter ayudándolo a quedar sentado.

- Estás en casa. – le dijo Dean con cariño mientras acariciaba su cabello.

La manada no tardo de entrar a la habitación junto con los ángeles. Castiel corrió hasta poder abrazar a su hijo con cuidado.

- Me alegra que despertarás. Lamento tanto que todo esto te haya pasado.

- Esta bien pops, solo ocurrieron pero ya estoy aquí y a salvo. – le dijo Stiles con una ligera sonrisa.

Stiles solo se mantuvo en contacto con sus padres, Peter y Derek aún no podía abrazar o tomar la mano de otros. Todos sabían que a pesar de que el castaño les sonreía tenía muchas cosas que superar además de que no había querido mencionar nada acerca de lo que sucedió en el Infierno y Dean les había advertido que tenía que dejarlo solo en eso. Él se los diría si quería hacerlo, lo mejor es que Morrell fuera quien lo ayudará porque no era sencillo y él lo sabía por experiencia propia.

Las heridas de Stiles tardaron bastante en sanar pero nunca se quedó solo en el hospital, sus padres, Peter y Derek tomaban turnos para quedarse a su lado y también para poder descansar.

Gracias a eso el castaño parecía mejor, conforme los días pasaban podía tener más contacto con otros miembros de la manada.

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Stiles suspiró mientras entraba a la oficina de Morrell, las heridas más graves aún estaban sanando pero sus huesos ya se encontraban sanados y con la terapia que había tenido podía caminar aunque aún le costaba trabajo y usaba un bastón. Para su desgracia había pocas probabilidades de que volviera a caminar como antes después de todo las fracturas que tenía eran bastante graves. En esos meses pudo recuperarse con la ayuda de al manada y su familia aunque las heridas de su ceja y labio le dejaron cicatrices. La de la ceja terminaba sobre el parpado mientras que la del labio en la barbilla, Derek le decía que se veía sexy y se quedó con eso que le subió el ánimo.

- Hola Stiles. ¿Listo para hablar acerca de lo que te sucedió? Me has evitado demasiado tiempo. – le dijo Morrell.

- No la evite, estaba recuperándome además necesitaba tiempo para pensar y aclarar mis ideas. Fueron demasiadas cosas en mi cabeza y ni siquiera usted hubiera entendido.

Stiles se sentó frente al escritorio.

- Así que estás listo para decírmelo.

- Si, debo decirlo. – miró sus manos – Alastair no solo me torturó físicamente, eso lo pude tolerar no soy tan fácil de romper aunque no lo parezca pero cuando comenzó a meterse a mi mente me costó mucho trabajo mantenerme firme. Por alguna razón ese demonio tenía la habilidad de implantar el miedo, me mostró como la manada era asesinada, como me dejaban solos de nuevo. Viví la muerte de Noah una y otra vez, vi sufrir a Peter y luego irse con Jordan dejándome. Fueron demasiadas cosas, muchos miedos que no quería admitir que tenía.

- ¿Cuál es tu mayor miedo?

- Quedarme solo. – suspiró – Crecí solo en un orfanato donde el trato era horrible y ni siquiera entre nosotros éramos amables, me escapé y viví en la calle siendo despreciado por todas la personas que me veían. Estaba solo y era todo lo que conocía, siempre estaba triste porque en mi cabeza solo podía imaginar que mis padres me odiaron desde el primer momento en que me vieron y que por eso me abandonaron. – pequeñas lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas – Ese sentimiento y sensación de soledad duele mucho, no tenía a nadie que me abrazara o me dijera que me amaba. Me sentía muy solo y solo quería acabar con ese dolor y lo intente varias veces pero la suerte no estaba. No quiero volver a pasar por eso, no quiero.

Morrell se levantó y abrazó al castaño mientras acariciaba su cabello.

- Eres alguien que anhela el amor y es por eso que siempre estás dándolo. Tu eres así porque toda la vida quisiste personas a tu lado y no es un deseo egoísta. Solo quieres ser amado como tú amas, créeme Mieczyslaw tú eres amado y te has ganado ese amor. La soledad es una amiga que siempre va a estar ahí, no podrás deshacerte de ella solo tienes que aceptarla pero no es que se vaya a convertir en lo único que hay en tu vida. – se separó para mirarlo a la cara – Escúchame bien, el miedo no es la ausencia del valor y tú eres una de las personas más fuertes y valientes. No me vas a creer y te va a tomar tiempo aceptar todo esto pero trabajaremos en ellos hasta que te sientas seguro. Sí, no volverás a ser quien eras porque pasaste por un trauma que te cambio para toda la vida pero puedes seguir adelante. – colocó una mano sobre el hombro del castaño – No estás solo Mieczyslaw.

Stiles sonrió. Una verdadera sonrisa después de meses.