Capítulo 2 Papi quiere a bebé

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Zhan quita su camisa gris de algodón por arriba de la cabeza. Sus tatuajes brillan por la ligera capa de sudor que su cuerpo desprende. Yibo lo observa maravillado, todavía desde la cama. No puede creer como alguien puede ser tan bello haciendo una acción tan simple como desvestirse.

- Papi, ayúdame.

Sin que se lo pidan dos veces, Yibo se pone de pie. Camina hasta Zhan, poniéndose frente a él. Con los dedos, quita el botón de los pantalones del más alto. Quiere gemir apenas ve la erección de Zhan salir por el borde de sus cortos boxers.

- Recuéstate. Te quitaré esto.

Le ordena con voz neutra. Zhan obedece, dejándose caer de espaldas sobre la cama vestida en colchas naranjas. Eran feas, Yibo las odiaba pero no podía decir nada, Liying las amaba.

Desde los talones, el mayor tira de los pantalones entallados, llevándose con ellos la ropa interior. Zhan suspira al sentir el frío viento acariciar su cuerpo desnudo. Una vez si nada, vuelve a tomar asiento, quedando justo frente al estómago de Yibo. Sonríe y lo besa.

- Espera, bebé. Arreglaré tu cabello.

Quita la liga del cabello de Zhan. Su cabello cae en forma de cascada por sus hombros, las ondulaciones bailan alrededor de sus omóplatos. Con ayuda de sus dos manos peina su largo cabello, cuando cree que está bien, lo enrrolla en una bolita, después lo ata firmemente.

- Listo. Te ves bonito, amor.

- Gracias, Papi. Me gusta verme así para ti.

- Solo para mi, ¿Verdad?

- Para ti y nadie más.

Yibo asiente feliz por la respuesta que su princesa le ha dado.

- Papi yo...yo quiero besitos.

- ¿Te los has ganado? - alza una ceja, viendo a Zhan asentir repetidas veces.

- Si. Fui buen bebé cuando te la chupé.

Sabe que tiene razón. Así que le ordena sentarse sobre sus pantorrillas. Algunos rizos que no llegan al final de la coleta, salen sueltos por su nuca y frente. Yibo los peina para atrás antes de besar los labios de Zhan. Es rudo, fuerte. El de ojos verdes se queja por el impacto pero no se separa. La lengua de Yibo entra a la boca de Zhan. El chico se deja besar sucio por su papi. Le encanta en la manera de Yibo le besa rudamente, pero al mismo tiempo está acariciando delicadamente los vellitos en su nuca.

- Ponte como me gusta, bebé.

Siendo obediente, toma la posición sobre sus rodillas y antebrazos. Abre sus piernas lo más que puede, para que el mayor lo pueda comer bien. Yibo observa el tatuaje de Zhan en el interior de su muslo. En el se lee "Papi". Está hecho por él, con su caligrafía. No puede describir que tan bello se ve su bebé en éste momento. Abierto y gimiendo, desesperado por él.

Sus delgados dedos abren las nalgas de Zhan. Son blancas - por ahora - y redondas. El dedo índice de Yibo pasea al rededor de la entrada de Zhan, puede sentir como éste último se estremese. Sin aviso alguno, lo mete. Los labios rojos del menor son mordidos por sus propios dientes. Un azote llega a su trasero, asustándolo aún cuando lo esperaba.

- Alguien ha sido una nena mala... jugando con ella misma.

- No, yo no...

- No mientas.

- No miento, Papi.

- Ahora me contradices.

- Papiiii, por favor.

- No, bebé. Aquí se hace lo que papi diga.

Un golpe más, a mano abierta llegó a la nalga derecha de Zhan.

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