Veintiocho-Este juego puede ser de dos

2.8K 207 20
                                    

La casa comenzaba a llenarse poco a poco. Casi media escuela ya está aquí. Digamos que mi mejor amiga es muy sociable.

Por primera vez en mucho tiempo estoy usando tacones y vestido. Me siento de lo más fenómeno porque yo soy más de jeans y blusas pero bueno aparte de sociable Fátima también es manipuladora.

Respecto a Freddy no hemos cruzado palabra desde ayer. Aveces se comporta de lo más raro pero por una parte está bien (para mi) porque no me sentirá del todo cómoda hablando con el.

En estos momentos estoy en la cocina buscando más botana. Esto apenas acaba de empezar y esta bola de tragones ya se la acabo. Y para colmo ¡no encuentro los malditos doritos!.

Haber... Sí yo fuera una bolsa de doritos ¿donde me guardaría?.

En la alacena... No.

En el cajón... No.

En el refrigerador... No. Definitivamente no. ¿Que idiota metería una bolsa de doritos en el refrigerador?. Claro Freddy... También Jose...y Bryan y Manuel no se quedan atrás.

-¿buscabas esto?-mi vista se fijó en la bolsa de doritos y luego en la cara de quien la tenía.

-dame eso Manuel-y es mejor que me lo des ya sí no quieres perder la mano. Nadie se mete con los doritos de una chica. Corrección: nadie se mete con los doritos de Peyton.

-¿por que? Yo los encontré antes-una sonrisa malvada apareció en su rostro.
¿Es mi imaginación o me acabo de quedar sin doritos?.

-¡porque yo quiero mis doritos!, así que dámelos-comencé a caminar lentamente hacia el.

-no...

Y entonces una persecución se desato.

Peyton vs Manuel.

Doritos o muerte.

Okey... Tal ves no llegaremos a tanto y estoy exagerando. Pero nadie se mete con mis doritos y vive para contarlo.

Ya había perdido la cuenta de cuantas personas había empujado bruscamente en mi intento de alcanzar a Manuel.

-eres lenta Peypey-dijo Manuel al dar una vuelta al sofá, estábamos frente a frente pero nos dividía un maldito sofá.

-¡sabes que odio que me digan así!-¿se han dado cuenta de que odió muchas cosas?, sí llegaron a este punto y no se habían dado cuenta aún, dense un tiro por favor-¡Dame los malditos doritos Manuel!.

-¡oblígame!-volvió a salir corriendo pero ahora escaleras arriba.

No se sí ya lo notaron pero mis amigos no son nada maduros.

Corrí escaleras arriba. Sinceramente estoy totalmente sorprendida de que aún no haya azotado en el piso. Para ser principiante estoy manejando muy bien los tacones. Miren que correr con ellos... ¡Alguien debería de darme un premio!.

Estuve por aclararlo dos veces pero entro a mi cuarto. Así es el sólo se metió a la boca del lobo. Idiota.

-dame la bolsa de doritos y prometo no morderte-estaba parada a unos escasos metros de el. A ambos se nos notaba la respiración agitada por andar corriendo.

-uy mira como tiemblo-corrió hacia mi balcón. Oh no, esta vez no escaparas.

-¡dame eso!-me tire sobre el y logre quitarle la bolsa de doritos pero...

-¡ahahah!-tranquilos no es lo que están pensando, no estoy taaan loca como para aventarlo desde mi balcón pero... ¿Recuerdan el tobogán del que les hable? Bueno pues ahora Manuel estaba como pez en el agua en la piscina. Nadie se mete con mis doritos y termina seco para contarlo.

Ask me [Freddy Leyva]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora