CAPITULO 1

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Encanto esta oculto por grandes montañas, manteniendo a los lugareños a salvo y dandoles protección, las casas se amontonan una enseguida de la otra, los arboles haciendo sombra en los dias soliados y cubriendo en dias de lluvia.

Los días aqui en encanto son raros, no lo digo en mala forma no me vallan a mal interpretar, solo que todos son muy amables, es rara la ves que se ve a alguien peleando con otra persona, pero poco a poco te vas acostumbrando

Las mañanas son las partes favoritas de mis dias, los saludos pasan de un lado a otro, el olor a comida recien echa y las personas madrugadoras llendo de un lado a otro haciendo sus queaseres

Y muy raramente se ven niños a esa hora, a excepcion de una mujercita que siempre va de un lado a otro, con su caracterisitico vestido rojo brillante y su pañuelo del mismo color atado en su cabeza. exacto, yo

- Char, ¿Necesitas ayuda con eso?- me pregunto el señor Josue, un señor semi calvo que atiende un restaurante de desayunos y cenas

-No gracias Don Josue, pero gracias por intentarlo - respondi dando una pequeña vuelta mientras seguia caminado para verlo y sonreirle

Llevo una canasta que parece pesada pero es todo lo contrario, en ella llevo una sorpresa para mi abuelo...

Baje y subi un par de escaleras, casi se me cae el chal que llevo puesto por petición de la abuela, pero al final me acerque a una casa de dos pisos, es de color verde fuerte y tiene un pequeño Jardín en frente

Me acerque y con la punta de mi zapatilla empuje levemente la cerca pasando el pequeño letrero con el nombre " La Familia Acosta"que pinte junto con los abuelos cuando tenía seis años.

entre a la casa de la misma forma en la que entre al jardín

- Ya llegue! - Exclame entrando a la casa y me quede congelada, no podía creer que él estuviera ahí, él, el que por mas que intente no sale de mi cabeza , el que cada ves que veo a la derecha o la izquierda siempre esta ahí, y ahora esta aqui, con taza en mano y una sonrisa coqueta, tomando el café con mis abuelos - Camilo...

Fue lo único que dije antes de ser recibida por un par de patas que me hicieron caer al piso

- Hola trueno- dije un poco más alegre mientras acaricio a mi perro - ¿Quien es un buen perro? - le empece a mimar y sacudir, no de forma grotesca obvio.

Trueno se acerco a la canasta que deje a un lado para recibir a trueno

- Ey, no, esto no es para ti, es para el abuelo - dije levantándome del suelo y poniendo la canasta en una silla que uso para poner cosas

Tome una galleta apta para perros

- Sentado - trueno obedeció - la mano- dije extendiendo la palma vacía donde coloco su pata - Buen chico, vamos toma - lanze la galleta al aire siendo exitosamente atrapada por trueno

- Querida tenemos visitas - dijo la abuela recordándome

- Hola - dije volteando a ver a la mesa, y me di cuenta que no solo es Camilo, si no tambien sus padres y sus hermanos

Trague saliva nerviosa, no estoy acostumbrada a que me miren varios pares de ojos

-Les estabamos contando sobre como desde pequeña eres extraordinaria - inmediatamente se me pusieron las mejillas rojas, aparentemente mi abuela queria romper el pequeño silencio que se habia formado

- Querida, toma asiento - me dijo el abuelo indicandome un lugar en la mesa

rapidamente me sento y me enderece un poco

- Charlotte, querida, Camilo tiene algo que tecirte - se volvio a romper el silencio con la voz temblorosa de Pepa madrigal la cual le hizo un gesto a su hijo para que dijera lo que tiene que decir

EPHEMERAL - Camilo MadrigalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora