— ¡Gen! ¡Qué bueno que pudiste venir! ¿Tan ocupado te tiene tu trabajo?
— Fufufu algo así, he tenido días más atareados que otros, pero me esforcé por acabar antes y venir a verlos~.
Después del intercambio de palabras con Chrome mientras me quitaba el abrigo para dejarlo en el perchero, irremediablemente mi vista se desvío a la persona sentada en la esquina cuyo rostro gritaba "no quiero estar aquí". Sin embargo, Senku no podía hacer mucho, después de todo, la razón por la que los chicos nos reunimos en el karaoke fue por él.
Pasé con cuidado entre nuestros amigos, saludando con repuestas predeterminadas y mi mejor sonrisa, evitando así posibles comentarios sobre lo exhausto que me veía físicamente. Por fortuna el desgaste mental no era visible, sino ese tema dispondría una charla por la preocupación de mi estado. Sólo esperaba que Senku, como solía ser lo común, no viera a través de mi pobre actuación. O mínimamente fingiera no hacerlo.
Con cada pisada sentía mis pies convertirse en plomo hundiéndose en arena movediza, para ahogarme finalmente cuando cruzamos miradas. Por primera vez en la noche, mejor dicho, en todo el día, una sonrisa real brotó de mis labios pese a la opresión en el pecho que creció al acortar distancia.
— No pareces estar muy contento, Senku-chan —describí a modo de saludo.
— Saben bien que no es mi tipo de ambiente —contestó con un toque de fastidio.
— Es cierto, habrías preferido una pequeña reunión en casa —asentí—. ¿Puedo sentarme?
Senku se movió ligeramente para abrir el espacio entre él y Ryusui, quien estaba cantando a todo pulmón una canción que estaba de moda. Comprendí de mejor manera el porqué de su inocultable irritación, llevaban en esa sala al menos una hora y tuvo que soportar, además del entorno asfixiante, los cantos que por parte de algunos bien pudieran ser gritos.
Me pregunté cómo lo estaría llevando Ukyo y, dándome una respuesta rápida, me incliné un poco al frente para ver su expresión, pues estaba sentado a un lado del cantante en turno. Al parecer ya estaba acostumbrado, porque de estar resignado no estaría sonriendo de oreja a oreja sino tapándose los oídos.
— ¿Tuviste una sesión de fotos? —preguntó Senku, atrayendo mi atención de vuelta.
— Sip, ¿cómo lo sabes?
— Por tu ropa —señaló con el dedo y puso una media sonrisa—. Sueles vestir más extravagante de lo normal cuando haces de modelo.
— ¡Hey! ¿Acaso ese tono fue con burla? —me recargué en el sillón y crucé los brazos con una expresión de puchero—. Si no le gustara a la gente no me lloverían contratos para salir en revistas.
— Kukuku bien, no puedo contra ese argumento —aceptó imitando mi postura—. Últimamente me encuentro en la calle la publicidad con la que colaboras, sigue pareciéndome un misterio cómo pasaste de hacer magia y libros basura a modelar.
— El secreto está en tener una cara linda y una personalidad agradable, querido Senku~.
Le guiñé el ojo y resopló en respuesta por mi comentario sin una pizca de humildad, pero era verdad, no se puede triunfar en el medio si no posees por lo menos esas dos cualidades. Sabía que él lo entendía y sólo me siguió el juego de celebridad insufrible, cómo no estaría al tanto de cuánto me esforcé por años para posicionarme en donde estoy si tenemos casi una década de conocernos.
— ¡Jaja! Fue una buena participación ¿quién sigue? —preguntó Ryusui a los presentes y le pasó el micrófono a Ginro, luego volteó hacia mi—. Lamento no haberte saludado cuando llegaste, Gen. ¿Tuviste problema al venir?

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Wish I were...
FanfictionEn una noche de karaoke, Gen toma el valor para confesarle a Senku lo que siente mediante una canción. AU/OneShot Créditos imagen de la portada: https://twitter.com/zura00zura/status/1364540364518998019?t=hsYstgOvlCFR0TaEtPOpqA&s=19