35: Fin de la playa

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La mujer dejo su teléfono en una mesita para observar a su hijo sentarse frente ella

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La mujer dejo su teléfono en una mesita para observar a su hijo sentarse frente ella. Tenía una pequeña sonrisa que trataba de disimular.

–Mamá yo...

–No te di permiso para hablar– El menor solo se callo y asintió– ¿Tanto me odias para no decirme que tenías pareja?– El pelirojo agachó la cabeza– Se que te hize terminar con un chico que amabas y por eso empezaste a tener desconfianza en contarme tus cosas gays, pero, tu sabes cuánto amo a Gonzalo– La mujer sonrió– Siempre te e tirado indirectas de que el sería un buen yerno, pero creo que fuiste muy tonto para notarlo– El menor rio bajito.

–Yo... Jamás me di cuenta que querías que estuvieras en una relación con el, así que pensé que no aceptabas que yo sea gay– Confesó el menor.

–Andres, me excuse de tu imagen en ese entonces porque no quería decirte la verdad– El pelirojo lo miro con confusión– Tu solo tenías 13 años y con el chico que salias tenía casi 18 años Andrés, no confiaba en él, también contando que lo ví comprando droga– El menor comprendió– Estaban en estapas muy diferentes y el no me daba la confianza de que te cuidaría, por eso hize eso– La mujer se para para sentarse al lado de su hijo– Lo bueno es que ahora estás con el chico indicado, pero eso sí– El menor miro a su madre– Quiero que mi yerno venga a casa a comer pero como tu novio, no como tu amigo.

Los dos rieron y se abrazaron–Te quiero mamá.

–Y yo a ti chiquito– La señora le dejo un pequeño beso en la cabeza a su hijo y se fue a hacerle la cena a su esposo.

–Y yo a ti chiquito– La señora le dejo un pequeño beso en la cabeza a su hijo y se fue a hacerle la cena a su esposo

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Tips para declararse || Spartor AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora