Kihyun es el menor de 3 hermanos, uno muy amistoso y el otro celoso. Aunque este quiere casarse con su amor Berk, teme a sus hermanos y a su padre, cómo también al matrimonio forzoso.
A petición del propietario de la fábrica donde Kihyun trabaja y...
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Llevaban una semana viviendo en casa del moreno, Kihyun estaba harto de los malos comentarios de su suegra, claro contaba con el apoyo de Leetuk pero no siempre iba a estar para ayudarlo. Hyunwoo prefería mantenerse al margen con su esposo y madre, pues ya empezaba acostumbrarse como su desayudo de cada día. Al día siguiente, después de la boda, Kihyun se levantó temprano para ir a una universidad cerca y así iniciar sus estudios, cuando Hyunwoo le daba indicaciones para tomar el autobús, Leetuk habló negándose a que el menor fuera en un autobús, así que ordeno que él como su esposo lo acompañara hasta el lugar.
El asunto de la universidad finalizó hasta ahí, pero uno más grande empezó, pues una de las trabajadoras de la familia corrió hacia ellos gritando el a ver visto cucarachas en la cocina, Seulgi no dudó en acusar primero a Kihyun asegurando que los bichos venían de sus cosas, Leetuk lo defendió seguido de Hyunwoo.
Mas tarde, llegó a la empresa donde el padre de Hyunwoo le entregó un nuevo teléfono, inclusive lo invitó a unirse a la compañía y así poder trabajar junto a su esposo. Hyunwoo a penas se enteró, fue hasta él para dar uno de sus característicos comentarios burlescos.
Como el asunto de las cucarachas a un no estaba del todo resuelto, Kihyun y Hyunwoo habían estado viviendo en un hotel, Seokjin los había invitado a comer en su casa y cuando supo que sobre su situación respecto a su vivienda, ofreció la antigua habitación de Kihyun. Hyunwoo estuvo a punto de negarse pero el menor habló rápidamente después de darle un pellizco, aceptando con una sonrisa la habitación.
– Toma – dijo el menor dándole una camisa y pantalón de su padre.
– ¿Usare esto?
– Solo tómalo y póntelo.– respondió.
Hyunwoo resopló y comenzó por desabrochar los botones de su camisa, Kihyun lo miró con el ceño fruncido.
– Hola, ¿Qué estás haciendo? Avisa que te cambiaras de ropa, y aléjate. Yo también voy a cambiarme, date la vuelta.
– Suficiente, suficiente. En la ultimas horas sufrí tanto como no he sufrido en estos 30 años. Me hice de chofer, me hiciste de yerno – dijo el moreno enumerando con sus dedos.– Duermo en un sillón y ahora soy como un prisionero.
– Deja de quejarte, solo es por una noche... date la vuelta, date la vuelta.
Minutos después Hyunwoo terminaba de colocarse la camisa y cuando dio la vuelta se encontró con el menor doblando su ropa, con una sonrisa socarrona habló.
– ¿Me miraste?
El menor rodó los ojos.– ¿Qué? ¿Qué debo verte? ¿Qué te parece de bueno como para que yo mire?
– Si quieres puedo quitármela y ponérmela otra vez. Lentamente, lentamente.– sugirió con una sonrisa coqueta.
– Eres desagradable.– el moreno sonrió satisfecho.
