Como intercambiar una patada por un beso

𝗜𝗡𝗧𝗥𝗢𝗗𝗨𝗖𝗖𝗜𝗢́𝗡: 𝘎𝘰𝘭𝘱𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘬𝘢𝘳𝘢𝘵𝘦.

INTRODUCCIÓN:

GOLPES DE KARATE Y
COMIENZOS MAL HECHOS

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En una familia que se ve guiada casi siempre por ideas alocadas, Samantha estaba orgullosa de creer que era una mente lógica y calmada. Las enseñanzas de su papá Daniel y su querido abuelo Miyagi, las llevaba incrustadas en el corazón. Sin embargo, ella misma tenía en su mente una dualidad complementaria de lo que más quería.

Sí sabes defenderte en el momento adecuado y sabes pelear cuando no hay más remedio, entonces el equilibrio se manifiesta poco a poco en tu ser. Defensa y ataque, ataque y defensa. Dos cosas que podrían ayudarla en una pelea donde las cosas se compliquen.

Para su vida el karate era mucho más que solo un par de movimientos, era una manera de ser y guiar sus decisiones. Claro que comprender todo de una vez era imposible.

Samantha más que nada había sentido que su mundo giraba en cámara lenta, mientras de fondo podía oírse una de las más cursis canciones ochenteras que su pa John solía poner, y sin más que pura tontería en su cabeza. Ella podía ser mejor que eso, solo que nunca antes había experimentado nada igual, podrían llamarlo flechazo instantáneo.
Mientras Robby estaba atrapado en su lío amoroso, como buena hermana había decidido escuchar cualquier cosa de delirio que el chico tuviera.

Sintió la incontrolable necesidad de burlarse de su hermano. Su actividad favorita era esa, molestarle realmente sin ninguna maldad de por medio, hasta que sintió como había chocado a alguien y casi se le cae su propia cordura al piso. Exagerada, pero Sam podía descontrolarse ante cualquier detalle no planeado. Trató de pedir disculpas, solo que fue demasiado tarde cuando quiso hablar. La chica de cabello rubio, con un lindo peinado de trenzas rodeando su cabeza había seguido su camino, para ponerse en la posición que el sensei —su papá Daniel—, había pedido a los novatos ese día en clase. Totalmente concentrada, la chica siguió manteniendo una compostura seria mirando con el ceño fruncido hacia el sensei. Sam sin darse cuenta que había estado aguantando la respiración, debió disculparse, mejor dicho se iba a disculpar después de la clase.

—En la siguiente ronda irán pasando de uno en uno, para soltar los músculos y aprender a cómo flexionar piernas adecuadamente. —dijo Daniel con una expresión de puro deleite. Se le notaba la fascinación que tenía por enseñarles a otros lo que él había aprendido hacia años.

Los novatos, que eran cinco, incluyendo entre ellos a la rubia bonita —Sam sintió su pulso acelerarse— se acomodaron ahora sobre la colchoneta. Y Daniel comenzó a dar más instrucciones para alivianar el aire, era palabras calidas que daban mas que nada conocimiento.

—Sam. Pasa al frente y muestrale a la señorita Nichols como debe inclinar la pierna para dar una patada adecuada.

Aquella fue la orden tranquila, su papá siguió con el siguiente estudiante y le asignó a Miguel como guía, así sucesivamente.
Sam tragó saliva, dando una pequeña sonrisa a la chica al frente. Ella en realidad era súper sería, lo cual solo hacia que Sam se pusiera más nerviosa.
Supone que realmente le gusta, así como de gustar: Johnny y Daniel, Robby y Miguel...De esa forma, entonces la única sensación que viene a su mente es darle la mano a la chica y porqué no, también quiere darle un beso.

—Mira, puedo enseñarte algo aún mejor. Es una patada algo difícil, pero seguramente te gustará.

—¿Si es difícil para qué la harás?

—Porque es mejor aprender lo difícil primero, confía en mí.

Y probablemente de toda la familia ella sería la última en tener una idea estúpida, pero lo hizo. Porque aparentemente la terquedad Lawrence se contagia y lo impulsivo de ser un LaRusso simplemente es natural.
Sam acomoda uno de sus pies en el suelo estando al frente de la chica, extiende sus brazos a cada lado para elevarlos solo un poco, luego comienza a elevar una de sus piernas de una manera curiosa. Sam no lo sabe, pero Tory Nichols no es una aficionada del karate, si lo fuera, sabría que lo está haciendo la tipa exasperante al frente de ella es peligroso.

Robby voltea un segundo su mirada en dirección de su hermana, y el pánico lo consume, es muy tarde para cuando trata de correr hacia ella.

Samantha LaRusso dió una patada de grulla justo en la cara de la chica que quería besar; Tory Nichols.

El pánico estalla y Sam quiere por todos los cielos, desaparecer de la tierra.

—¡Lo siento, lo siento! Calculé mal nuestra distancia.

—Primero me chocas el hombro, y luego me pateas la cara, ¿Qué rayos? ¡Eres un maldito peligro! —exclamó sosteniendo su nariz.

Daniel jadea con miedo. El día no acabó tan bien, ahora Sam se pregunta si ella volverá a ir a esas clases.

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N/A: Hola, hola, ¿Adivinen quiénes volvieron? a. Está idea surgió tan rápido al empezar a escribir la parte 2 de Robby y Miguel. Así que, ¿Por qué no? JSJS

Espero que disfruten está historia, escribiendo esto para que no parezca un copia/pega de las otras dos, espero seguir haciendo algo innovador. BESITOS, MUCHAS GRACIAS! 💕💕💕✨✨✨