𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐀𝐒𝐓 𝐌𝐎𝐕𝐄, Marvel Saga [5]

002

OLIVIA

— ¡Papá, tía Pep, corran más rápido! —exclama Benjamín haciéndome reír mientras que le seguía el ritmo a mi pequeño, esa mañana habíamos decidido salir a correr y como Ben no quería quedarse en la casa, llamamos a Pepper para que nos acompañara. Después de todo, ella era feliz con tal de estar con su sobrino favorito.

—Mi amor, entiende, son unos ancianos—me burlé de ambos, solo escuché como se ofendían. —Puede que les sea difícil para ellos.

—Sí, sí, que graciosa—habla Tony jadeante, me giro a verlo y se había detenido para colocar sus manos en sus rodillas y poder recuperar el aliento, me reí de él, pero aún así detuve mis pasos junto a los de Benjamín. —Oye, pequeño, ¿por qué no vas con la tía Pepper a comprar agua?

—De acuerdo, pero me debes 10 dólares—dijo, colocándose al lado de su padre, Pepper y yo nos miramos sorprendidas para luego posar nuestra vista en Tony, a ver que le respondía.

— ¿Te debo?

—Claro, sé que intentas que nos vayamos para que puedas hablar con mamá—responde cruzándose de brazos, sonreí burlona mirándolo y luego a Tony, quien tenía una sonrisa entre ofendida y orgullosa. —Eso no te saldrá gratis.

—Vaya, mi propio hijo me ha estafado—murmura Tony sacando su billetera y darle el dinero a su hijo. —Que no se te haga costumbre.

—Son negocios, papá.

Nos reímos ante la astucia de Benjamín y solo vemos como caminaba agarrado de la mano de Pepper. —Es increíble.

—Lo sé, nosotros lo hicimos—exclama Tony mirando con admiración a su primogénito, yo rodé los ojos divertida mientras que me acercaba a él. —Hablando de eso, debo decirte algo.

— ¿Qué cosa?

—Soñé algo.

—Estás divagando—digo con una sonrisa confusa, él solo divagaba cuando está nervioso. — ¿Qué soñaste?

—Imagínate. Estás soñando y en el sueño tienes que orinar—explica Tony, yo solo asiento. —Y dices: "Dios. No hay baño.  ¿Qué haré?" "Alguien mira" "Me orinaré"

—Sí, entonces despiertas y realmente tienes que orinar—prosigo, sabiendo que esos sueños son reales. Tony asiente emocionado y empieza a caminar de espaldas mirándome. —Todos sueñan eso. Pero ¿Qué tiene que ver con tu sueño? ¿Soñaste que te estabas orinando?

—No, hablando de eso... —retoma la frase que usó al comienzo. —Anoche soñé que teníamos un hijo. Fue tan real.

Lo miré enternecida y divertida. —Lo llamamos como al tío excéntrico de Pepper. ¿Cómo se llamaba? Sí, ¡Morgan!

— ¿Cómo ese tipo? —inquiero divertida, él solo rueda los ojos. —Entonces te despertaste y creíste que estábamos--

—Embarazados.

—Otra vez—digo cruzándome de brazos, él sonríe ansioso mientras que asentía. —No.