CAPITULO 3

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-¿Se puede reparar?

- Debe haber una poción para eso.

-¿Solo fue la muñeca?

- Tiene que ayudarla.

- No fue nuestra intención.

-Solo jugábamos

- Y accidentalmente se tiro sobre ella y le rompió un hueso.

- Va a matarme

- Lo haré. Ahora cállense. - dije tajante.

Madame Pomfrey indico que se callaran y se acerco con un set curativo. - Si, si puedo curarlos. Claro que puedo. Aunque dolerá y tendrá que dejar el brazo quieto unos días. Se que pronto tendrán las practicas de vuelo con Madame Hooch, así que le avisare a la profesora por que no podrás volar.

Gracias a que me recordó eso, mis ganas de matar a Nott aumentaron. El se escondía detrás de Zabini, sintiendo como yo lo mataba con la mirada.

- Y entiendo que sucedió en un juego, pero no se tendrá que volver a repetir, mucho menos son esa violencia. Si. Estoy hablándote a ti Nott. Discúlpate con la señorita Malfoy – exigió Madame Pomfrey, y yo no podía amarla mas.

- Si, discúlpate conmigo, NOTT – sentía como mi ojo derecho tintineaba. Theodore me miraba horrorizado.

-¿Que espera jovencito?

- ¡Como quiere que me disculpe si me mira así! Parece que su ojo va a salirse, y su cara es de una psicópata que merece estar en Azkaban...

- ¡SEÑOR NOTT, DISCÚLPESE CON MALFOY, AHORA!

- Lo siento lo siento...

- Muy bien. Ya puedes irte cariño. No te quites esto y asegúrate de no mover el brazo. En una semana estará listo. - dijo Pomfey, refiriéndose al trapo, venda o lo que sea que fuera lo que sostenía mi brazo con ayuda de mi hombro. En el camino Theo se disculpo de mil formas, mientras Pansy se burlaba de la situación al igual que Blaise. Draco solo miraba a Theo indignado, al igual que yo.

- Toma, te hice una tostada. - me ofreció Theo en la cena, con ojos de cachorro.

- Hazme otra. Y que tenga mas manteca esta vez. - exigí, y el me miro haciendo un puchero y arrugando las cejas. No estaba taaaan enojada, pero era graciosa la situación.

- Cuando me quiebres un hueso, me vengare.

- Si si si, ahora concéntrate en mi tostada. No, esa, no, otra mas grande y mas dorada. Me gustan las crujientes. - Theo me miro enojado - ¿Que? Tu rompiste mi brazo. Agradece que te hablo.

Y así pasamos toda la cena. Theo haciéndome de sirviente y yo quejándome por todo para molestarlo. Al llegar a la habitación, caí muerta en mi cama. Estaba muy cansada.

*****

Miraba la clase de lecciones de vuelo desde unos cuantos metros. Pensando en lo mucho que quería estar allí, avergonzando a potter. Y en como me vengaría de Nott.

- Cada uno al lado de su escoba. Vamos, apúrense. - grito Madame Hooch – extiendan la mano derecha sobre la escoba, y digan ''arriba''.

La escoba de Draco y la de Harry salieron directo a sus manos, mire con los ojos muy abiertos. ¿Como había hecho eso ese inútil?.

Madame Hooch levanto las escobas que seguían en el piso, y mostró como deben subirse a una escoba. - Ahora, cuando haga sonar el silbato, darán una patada fuerte. Mantengan sus escobas firmes, elévense unos pocos centímetros y luego bajen inclinándose suavemente. Preparados... tres.. dos...

SEROTONINA | HERMIONE GRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora