CAPITULO 4

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-¡HARRY POTTER!- escuche gritar a la profesora McGonagall -Nunca... en todo mi tiempo en Hogwarts...

La mire alzando las cejas, Draco se movía inquieto, al igual que casi todo primer año. Estábamos esperando a ver su reacción. Algunos para que no castiguen a Potter, otros (como yo, por ejemplo) para que lo saquen a patadas del castillo.

Y al ver sus ojos llenos de furia, sonreí con victoria.

-¿Como te atreviste? Pudiste romperte el cuello...

-No fue culpa de él, profesora...

-Silencio, señorita Patil.

-Pero los Malfoy...

La profesora se giro hacia nosotros, yo mire con las cejas alzadas a Weasley, señalando mi brazo vendado, fingiendo sorpresa por lo que decía. La profesora miro a Ronald enojada.

-Ya es suficiente, señor Weasley. Potter, sígueme, ahora.

Comenzaron a caminar hacia dentro del castillo, Ron miraba preocupado a Harry, mientras que el nos miraba con todo su odio. Busque con la mirada a la pelo de esponja, extrañada porque no haya intervenido cuando McGonagall apareció. Pero no la vi por ningún lado.

-¡WOJOOOOOOOU!- Grito Theo, empujando sus codos hacia atrás y tirándose en el césped como un cantante en pleno concierto- ¡TOMEN ESO, GATITOS! ¡LES METIMOS LAS ESCOBAS POR LAS NARICES! ¡GIRAMOS LA SITUACIÓN COMO UNA RULETA MUGGLE! ¡MATAMOS A LA CARA RAJADA Y SALIMOS LIMPIOS COMO LA COLA DE UN BEBE! ¡LES DIMOS...

-Theo, amigo, creo que entendieron el punto – dijo Blaise, apoyando una mano en su hombro para luego ayudarlo a levantarse.

- Bueno, pues me alegra. Ahora, ¿ponemos de excusa el brazo de Len para salir de clase?- dijo Nott entusiasmado.

- A mi no me vas a...

-¡SIIIIII!- grito Draco, comenzando a correr hacia adentro, con Theo y Blaise siguiéndolo.

-¡OYE, NUNCA DIJE QUE ACEPTABA! Son tan...

-Imbéciles, lo sé. Pero la idea no esta mal... ¡LA QUE LLEGUE ULTIMO TIENDE LAS CAMAS MAÑANAAA!- Pansy comenzó a correr riéndose. Yo la seguí, aunque corriendo era un desastre.

-¡OYE, ESO NO ES JUSTO!- grite mientras corría, bastante lejos de los demás.

*****

-Te merecerías que te quiebre otro hueso mas por desobedecerme, jovencita- Dijo Madame Pomfrey. Estaba hace al rededor de media hora dándome la charla de mi vida. Bufe, puse los ojos en blanco, y suplique con la mirada a los otros que me sacaran de allí.

Pero, nunca me vieron, porque 1) Theo se durmió sobre Draco, el que 2) estaba con los ojos cerrados masajeándose las cienes, y Pansy, la que 3) Estaba mirándolo como si fuera una aburrida novela mientras le pegaba a Blaise con sus dedos en el brazo, el que 4) estaba quejándose de Pansy todo el rato.

Así que no tenia mas remedio que asentir a todo lo que decía Pomfrey.

-... ¿Me has entendido?- pestañee un par de veces, viendo su rostro totalmente furioso. En realidad, no escuche nada de lo que había dicho, pero asentí apresuradamente y me pare.

-Entendido, entendidisimo, nunca nada antes me había quedado tan claro, Madame. Ahora... si no le molesta, iré a acostarme y descansar mi brazo hasta la hora de la cena. -Sonreí como angelito y le pegue una patada por debajo a Theo, el que levanto muy rápido la cabeza, pegandole a Draco, el que se quejo, haciendo reír (y distrayendo) a Pansy, lo que Blaise agradeció, porque estaba harto de que la pelinegra molestara a su brazo.

SEROTONINA | HERMIONE GRANGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora