Parte Única

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Tony miraba dormir pacíficamente a Steve, sus párpados cerrados y relajados le daban un calor en el pecho, pero a su vez venían las dudas y culpa que sentía, odiaba no poder ser la pareja perfecta para su Alfa, odiaba ser un Beta y no cumplir el gran sueño que tenía Steve, odiaba no poder darle un hijo y aunque Steve le dijera que aquello no importaba, él no se lo creía, lo conocía hace muchos años y siempre habló de querer formar una familia, pero él no podría dársela, tan solo era un Beta y no podía embarazarse.

Había investigado, leído y hecho todo lo humanamente posible, pero no, no podía, su cuerpo no estaba apto para ello, no era compatible y eso le dolía en el corazón, él también quería poder formar una familia con el hombre de su vida, pero el destino no siempre es bueno.

- Lo mejor será irme y dejar que seas feliz con algún Omega, ambos sabíamos que esto no iba a funcionar - susurró para sí mismo.

Desvió la vista de Steve y se levantó en silencio, tomó cada una de sus prendas que hablan quedado en el suelo luego de que ambos se entregarán en cuerpo y alma, se vistió rápidamente y sacó el bolso que había ordenado en la tarde, allí tenía todas sus pertenencias, ya era una decisión que había tomado, él dejaría al amor de su vida para que éste cumpliera un sueño de tener familia e hijos.

Se acercó a una pequeña mesita en donde había una foto de ambos, tomó el portarretrato con una sonrisa dolorosa y lo metió en el bolso, sacó de su abrigo una carta que había escrito esa misma tarde, la dejó en aquella mesita y se dirigió a la puerta dando por última vez una mirada a Steve, retuvo las lágrimas mientras salía del departamento, ya afuera corrió lo más rápido que pudo y tomó un taxi, tenía que hacerlo, tenía que dejar de ser tan egoísta, Steve sería feliz.

[...]

Steve se había levantado sin sentir el calor característico de su Beta, del hombre de su vida, no entendía dónde estaba ni el porque no contestaba sus llamadas, hasta que notó una carta dirigida a él, lo curioso es que estaba al lado de donde había una foto de ellos dos, pero que ahora no estaba.

Abrió la carta y sus lágrimas comenzaron a resbalarse con dolor.

"Mi querido Steve:

Siempre he querido y deseado formar una familia contigo, pero ambos sabemos que no es posible, el otro día cuando dijiste que soñaste con un pequeño niño con nuestras características me sentí feliz, pero el sentimiento de culpa también se albergó en mi pecho, el que estés conmigo te impide hacer tu sueño realidad, por lo cual es hora de que me vaya.

No pienses que no te amo, te adoro, eres el amor de mi vida y siempre lo serás, pero por una vez en mi vida dejaré de ser egoísta, te libero Steve, para que puedas hacer tu vida y sueños realidad, para que te cases con un Omega que pueda darte aquella felicidad que yo no pude, que puedas cumplir tus sueños junto a él o ella.

Lamentó irme de esta manera y despedirme así, pero me conoces y sabes que las despedidas no se me dan bien, sé que si te lo hubiera dicho en la cara no me dejarías ir, así que esto es lo mejor, te amo Steven Grant Rogers.

Siempre tuyo, Anthony Edward Stark

Steve había quedado devastado luego de despertar y leer aquella carta, lloró mojando el papel que apretó contra su pecho, dolía, dolía demasiado aquello, pero no, no iba a dejar que el amor de su vida se alejará de él, habían muchas formas de tener una gran familia y el que él fuera un Alfa y su Tony un Beta no se lo iba a impedir, ni Sharon que fue su novia en la escuela, siendo una Omega pudo quedar embarazada y aquello solo porque de verdad nunca se sintió bien con ella, no era su destinada, por lo mismo sus instintos nunca salieron con ella, además de que sus colmillos nunca salieron para marcarla, pero con Tony era todo diferente y aunque la marca que le proporcionaba en el hombro desapareciera, sus afilados colmillos siempre salían deseando marcarlo por todo el cuerpo.

Beta [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora