El 25 de diciembre ya había llegado, todos estaban emocionados, las chicas estaban ansiosas de lucir lindas, los chicos querían dar una buena impresión a sus acompañantes.
Ya eran las 8:00 pm, la mayoría de las parejas ya estaban en el Gran Comedor, Ophelia y Justin ya estaban ahí, esperando que iniciará, junto con sus amigos, Hannah con Ernie, y Susan con Zacharias.
Ophelia estaba un poco nerviosa, tenia la mitad de su cabello recogido, volvió al rojo con el que siempre se sentía cómoda, acompañado de rizos y pequeñas flores rosas que combinaban con su vestido, no se había puesto mucho maquillaje.
A lo lejos, pudo ver a Neville, estaba vestido con su túnica de gala, su cabello estaba arreglado, Ophelia sonrió al ver lo lindo que se veía, y vio que estaba acompañado con una chica pelirroja.
Ophelia dejó de mirarlo, Neville también la vio, sonrió al verla, estaba linda, pero dejó de sonreír cuando la vio con Justin; Ginny noto como Ophelia y Neville se miraban, Ginny sonrió cuando se le vino una idea para que los dos los chicos estuvieran juntos
La parte de la explanada que había delante del castillo la habían transformado en una especie de gruta llena de luces de colores. En realidad eran cientos de pequeñas hadas: algunas posadas en los rosales que habían sido conjurados allí, y otras revoloteando sobre unas estatuas que parecían representar a Papá Noel con sus renos.
Habían recubierto los muros del Gran Comedor de escarcha con destellos de plata, y cientos de guirnaldas de muérdago y hiedra cruzaban el techo negro lleno de estrellas. En lugar de las habituales mesas de las casas había un centenar de mesas más pequeñas, alumbradas con farolillos, cada una con capacidad para unas doce personas.
El gran portón se abrió, dejando ver a los cuatro campeones caminando con sus respectivas parejas, aplausos es lo que se escuchaban, todas las parejas se sentaron en sus mesas.
Aun no había comida en los brillantes platos de oro; solo unas pequeñas minutas delante de cada uno de ellos. No había camareros. Dumbledore leía su menú con detenimiento y luego le decía muy claramente a su plato:
- ¡Chuletas de cerdo! -
Y las chuletas de cerdo aparecieron sobre el. Captando la idea, los restantes comensales también pidieron a sus respectivos platos lo que deseaban. Todos comenzaron a comer, platicaban sobre las decoraciones y de los felices que estaban.
Cuando se acabó la cena, Dumbledore se levantó y pidió a los alumnos que hicieran lo mismo. Entonces, a un movimiento suyo de varita, las mesas se retiraron y alinearon junto a los muros, dejando el suelo despejado, y luego hizo aparecer por encantamiento a lo largo del muro derecho un tablado. Sobre él aparecieron una batería, varias guitarras, un laúd, un violonchelo y algunas gaitas.
Las Brujas de Macbeth subieron al escenario entre aplausos entusiastas. Eran todas melenudas, e iban vestidas muy modernas, con túnicas negras llenas de desgarrones y aberturas. Cogieron sus instrumentos, y Ophelia, que las miraba con tanto interés que no advertía lo que se avecinaba, comprendió de repente que los farolillos de todas las otras mesas se habían apagado y que los campeones y sus parejas estaban de pie.
Los campeones se pusieron de pie, se dirigieron a la pista y comenzaron a bailar. Las Brujas de Macbeth empezaron a tocar una melodía lenta, triste. Dumbledore bailaba con Madame Maxime.
Justin ofreció su mano a Ophelia y se dirigieron a la pista, Ophelia le agarro las manos, le coloco una en su cintura y le agarro la otra fuertemente; ambos comenzaban a bailar.
Miraba por encima de la gente, que muy pronto empezó a unirse al baile, de forma que los campeones dejaron de ser el centro de atención. Neville y Ginny bailaban junto a ellos: vio que Ginny hacia muecas de dolor con bastante frecuencia, cada vez que Neville la pisaba.
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❀ℐ𝓃𝓉ℴ 𝒴ℴ𝓊❀ ⁿᵉᵛⁱˡˡᵉ ˡᵒⁿᵍᵇᵒᵗᵗᵒᵐ ʸ ᵗᵘ✓
RomanceJustin Finch-Fletchey de Hufflepuff y Neville Longbottom de Gryffindor, están perdidamente enamorados de Ophelia Scamender, una chica metamorfomaga de sangre mestiza proveniente de la casa Hufflepuff, amante de las criaturas y la herbolaria. Ella e...