Lilith miraba a Alma con cautela. Sabía igual que el oscuro ave que lo que había hecho la joven aquella tarde era único. No solo salvar a un inocente, sino también matar a un villano sin ella saberlo.
Alma salió del salón y fue directa a su habitación. Dri ya la esperaba cuando entró. El brillante salió a recibirla. Sus alas eran grandes y aleteaban con elegancia. Le cedió paso y se posó en el ventanal. Alma entró y se tiró en la cama exhausta. Apagó las luces y se quedó dormida.
Iba junto al ave fénix volando por el cielo oscuro. La única luz que había provenía del pájaro que le acompañaba. Eso le confortaba. Había sido su compañero de vida, desde que era una pequeña y alegre niña.
El cuervo aguardó mientras ella dormía para protegerla. Siempre lo hacía y más cuando ella dormía. En especial por sus sueños; a veces turbulentos.
La noche lucía simplemente por una de las dos lunas. Li. Li era la luna que cosechaba Lilith, la Madre de la Oscuridad. La otra Luna se llamaba Lu, y era de Nix, la Reina de la Oscuridad.
Lilith era una sabía anciana, tranquila, que siempre había vivido al margen de todo. Mientras Nix, era la que quería ver el mundo; se escaba por las noches para ver lo que ocurría allí fuera; hasta que un día desapareció. De eso hace dieciseis años.
La buscaron hasta por el río del sol, que es la frontera entre el Reino de la Luz y el Reino de la Oscuridad. Pero la joven de pelo lacio negro, se habñia desvanecido.
Tenía unos poderes extraordinarios, que ya empezaba a controlar. Se le daba bien controlar la luz... pero sobre todo dominada poderes oscuros. Sabía hacer nigromsncia, y era experta en oclumancia y podía ver sueños de los demás. Lilith, pernsó que podía ser una gran sucesora, hasta el día de su desparición.
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ÁNGEL O DEMONIO (INFIERNO 1)
FantasyAlma. Sin darse cuenta la noche le puso nombre. La oscuridad. El día le otorgó ver el aura; la luz de la gente. Esa luz que pocos veían.