505 | bajifuyu

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Las siguientes horas habían sido incomodas, ambos dedicándose miradas tensas y manteniéndose a un metro de distancia el uno del otro como si un solo roce pudiera quemarles la piel. Y eso no estaba lejos de lo que sucedía, la presencia u contacto del otro ponía a ambos individuos al límite, mente y sentidos amplificados al máximo ardiendo en expectación por lo que podría pasar.

Pero que claramente, no sucedería.

"El sol está saliendo."

Finalmente. Chifuyu estaba apoyado a un lado del ventanal con la mirada en la calle, el desastre que había, sin mostrar alguna expresión mientras sus brazos estaban cruzados en su pecho y sus dedos tocaban sus labios. Sus ojos fueron hacía el humano sentado, que ahora se había puesto de pie, dándole una ultima mirada al exterior viendo los rastros de sangre y alguno que otro cuerpo mutilado a medio comer, el rubio supuso que se habían llevado a la mayoría antes de que el periodo de oscuridad terminara. No le sorprendía, había visto escenarios peores relacionado a aquellas cosas y a lo largo de sus años, durante la guerra contra los humanos. Cuándo los tratados de paz ni siquiera eran un posibilidad.

"No deberías acercarte a la ventana o salir, si no estas preparado." Advirtió.

Extendió su mano impidiendo que el humano se acercara a la puerta cuando la luz inundó el lugar, lo había visto colapsar demasiadas veces en el tiempo que lo conocía, no quería lidiar con un ataque de pánico o lo que fuera. Ya era difícil interactuar con él.

"Muévete, tengo que ir al club de Shinichiro."

Correcto. Baji tenia que ir a asegurarse de que Mikey y Emma estaban bien, había dejado más de cincuenta mensajes preguntándoles dónde y cómo se encontraban. Su madre, gracias a dios, había llegado a casa antes de todos el caos.

"Estás apresurándote." Pero el humano no lo escuchaba.

Chifuyu solo gruñó, maldiciendo se hizo a un lado abriendo la puerta para asegurarse de que no quedaba ninguna de esas cosas cerca. Su mano tomó la contraria por reflejo, asegurándose de que no saldría corriendo porque aquel tipo era impulsivo, ya bastante le había costado sacarlo de la calle vivo.

No iba a dejar que un arrebato le costara la vida.

Baji solo observó las mano y lo dejó hacerlo, sostener la suya, siendo extremadamente consiente del tacto. No había notado que su piel era cálida a diferencia de lo que había podido imaginar, ya que supuestamente debía estar muerto, se supone que esas cosas no tenían vida.

 Se estaba agitando, no sabía si dejar que lo tocase estaba bien.

Chifuyu era ajeno a esto. Dándole una escaneada a la calle pudo ver unas figuras de pie en diversos puntos, adivinando de quienes se trataba. Eso podría ser un problema si lo veían con el pelinegro, miró detrás suyo de reojo sin saber que hacer aunque era muy tarde. 

"¿Que tenemos aquí? " Quería maldecir.

Levantó la mirada encontrándose de frente con Hanma Shuji, sonriendo mientras sujetaba su propia barbilla mirando con intriga detrás de él. Con los ojos fijos en la figura del humano.

"Más te vale tomar tres metro de distancia de mi, si no quieres que rompa tu cuello." Amenazó.

"Chifuyu."  Musitó complacido. " Aunque me encantaría jugar contigo a intentar matarme como siempre, la cosa que escondes detrás es más interesante."

Baji apretó su puño nervioso, sintiendo el agarre de Chifuyu volverse tenso mientras lo jalaba intentando esconderlo, lo cuál era una estupidez. Era más alto que el rubio, claro que no iba a funcionar.