Parte 5

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Él caso es, que odiaba el dolor, todo tipo de dolor físico, no podía soportarlo. Por lo que, apenas sentí la primera molestia, un ligero dolor en él estómago y unas tremendas ganas de vomitar, que me hicieron correr y arrodillarme frente a la taza de baño, regresando todo lo que podía de las pastillas; cuándo vi un poco de sangre en mi vómito, me asusté e inmediatamente llamé al hospital. Después de unos minutos una ambulancia me trasladaba a la sala de urgencias para que me realizarán un lavado de estómago.

Estuve internado cuatro días, sólo jimin vino a verme, molestamente me regaño todos los días, recalcando lo loco que estaba y que debería estar en un hospital, pero uno psiquiátrico. Yo lloraba intentando hacerle ver, que todas mis acciones estaban justificadas en el nombre del amor.

No voy a mentir, esperaba a ver a jin al menos una vez, pero no me visitó en los cuatro días. Debí esperar eso después de lo que le había hecho, seguramente Seokjin estaba pensando en que yo era un gran idiota y no podía evitar que lo hiciera porque tenía razón. Ni siquiera tuve el valor suficiente para suicidarme.

El día que fui dado de alta, la enfermera me entregó dos hojas, una era receta médica y la otra, una fecha agendada con la psicóloga del hospital, rodé los ojos. No necesitaba una jodida psicóloga, lo único que necesitaba era a Seokjin conmigo, que él estuviera a mi lado y me perdonará. De todos modos, lo tomé de buena gana y me dirigí directo a la farmacia del hospital, para comprar los medicamentos, cuando salí me sorprendí al ver el coche de Seokjin en el estacionamiento, él estaba esperándome.

Su rostro era inexpresivo, pero sonreí cuando abrió la puerta del copiloto para que subiera, me apresure a donde estaba y entre al vehículo tratando de no llorar de la emoción. Seokjin no dijo nada en todo el camino a cas, pero yo podía sentir la esperanza naciendo desde mi interior. No importaba lo que hubiera hecho, seokjin me amaba incondicionalmente como yo a él.

Me ayudó a subir hasta el departamento, me acompañó hasta la cama, dejó que me sentará en ella, todo sin decirme nada, pero en el momento en el que lo vi salir de la habitación dejándome sólo, me levanté asustado creyendo que me dejaría de nuevo, y esta vez no iba a poder soportarlo, me aventaría por la ventana para no fallar, sin embargo, lo encontré en la mesa de la cocina bebiendo un poco de licor, tenía el rostro frunció y los labios pegados a la boca del vaso.

-¿Ya no me amas?- le pregunté esperando que me contestará de forma sincera. Él solo llevó sus manos a su cabeza.

-No, te amo, más de lo que quiero amarte y es tan frustrante. Quisiera mantenerme alejado de ti, pero los días en los que no estoy contigo, cuando no estoy desayunando a tu lado o finalizando el día en tus brazos, siento como que algo faltara.

Camine y me arrodille frente a él, hasta recarga mi cabeza en sus piernas.

-Lo mismo para mí, te amo, he cometido muchos errores, pero enamorarme de ti no es uno de ellos. Prometo no volver a fallarte, si me aceptas de nuevo, prometo amarte hasta el día de mi muerte. Sólo dame una segunda oportunidad.

Seokjin tomó mi mano con cariño y noté como sus lágrimas goteaban sobre nuestro agarre. Un agarre al que me aferré con todas mis fuerzas.

-Si vuelves a traicionarme, entonces no vas a tener que suicidarte, porque yo te mataré.

-Y yo aceptaré eso- le dije con una pequeña sonrisa y luego me alce, un poco y tomé el rostro de seokjin entre las palmas de mis manos, entonces lo bese con todo el amor que tenía para darle de nuevo.

FIN

¿Se acabó el amor? JINTAE/ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora