Cap. | 31

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El domingo Seungmin esperó a que Jisung terminara de cambiarse mientras hablaba con Hyunjin por celular sobre la fiesta de Jeongin. Se suponía que hoy iban a salir todos al parque de diversiones que había llegado recientemente a la ciudad, pero Han estaba demorando demasiado en elegir su atuendo, Seungmin ya tenía casi medio armario lanzado encima de él, cubriéndolo desde la cintura hasta la cabeza.

Y su mejor amigo seguía sin decidirse que ponerse.

— ¿Y si mejor vas sin polo? — Jisung le lanzó otro más mientras bufaba en respuesta a su idea. Seungmin suspiró mientras apagaba el celular, Hyunjin ya le había dicho que estaba en camino a la plaza donde se reunirían con Chan y Minho. — Se está haciendo tarde, nos van a dejar.

— No es tan tarde.

— Jisung son las cuatro y se supone que debíamos estar ahí a las cuatro y quince.

— Quince minutos son suficientes para mí, ¿que te parece este? — Han sostuvo frente a él una polera blanca y una camisa celeste que iba abierta, ambas combinaban perfectamente con sus jeans negros rasgados y aquellas zapatillas blancas. — bien, ¿no?

Asintió. — ¿Me prestas uno de tus anillos?

Han se quitó la camiseta que traía y empezó a cambiarse sin ponerle mucha atención. — Claro, están en la cómoda. 

Caminó hasta ella y revisó en uno de los pequeños cajones de su mejor amigo, donde se encontraban todo tipo de accesorios, como anillos, aretes, collares y algunos piercings falsos, le daba curiosidad saber como se vería con uno de esos en los labios.

— Listo — Jisung se miró a sí mismo en el espejo en tanto él se colocaba uno de los anillos de plata en el dedo índice. —, mhm... no, creo que mejor me pondré el polo gris.

Lo tomó de la mano antes de que se inclinara de nuevo hacia su armario y lo jaló hasta la puerta. — Nada de cambios, es tarde.

— ¡Ay Min! — se quejó.

Se despidieron de la mamá de Jisung y abandonaron la casa apresurados, trotando para llegar a la parada de buses alcanzando a tiempo el que tenían que tomar. Una vez arriba y cuando estuvieron sentados Jisung recibió una llamada de Minho que no tardó en contestar.

— Ya estamos yendo. — se apresuró a aclarar, había mucho ruido del otro lado de la línea.

Minho se oía agitado, bufaba cada dos segundos. — ¿Cuánto van a tardar? no creo poder salvar otra vez a Hyunjae de que sea atropellado y Dowoon con kilos de azúcar encima no es muy lindo de tratar.

Seungmin se pegó a Jisung para oír lo que pasaba en el otro lado. — ¿Qué ocurrió? — preguntó Jisung.

— Dowoon y Hyunjae se aburrían así que se fueron a comprar algodones de azúcar, Hyunjae ya era pendejo de por sí pero hoy no se que le pasa, está que se quiere lanzar a la calle cada que puede, creo que su novia lo cortó — ambos amigos se sintieron mal por el chico —, y Dowoon creo que se compró muchos algodones de azúcar, parece un adicto y está que le hace porra a Hyunjae, incluso quiere pelear con los conductores de los carros por no atropellarlo.

El autobús frenó de golpe de un momento a otro y todos gritaron asustados por la repentina acción antes de que un fuerte grito se escuchara en la calle.

— ¡SEÑOR PORQUE PISÓ EL FRENO! — Seungmin y Jisung reconocieron la voz de Dowoon y se bajaron rápidamente del autobús, observando lo que ocurría fuera de este. Hyunjae estaba llorando frente al autobús. — ¿¡NO VE QUE MI AMIGO ESTABA AHÍ APROPÓSITO!? ¡SEA COLABORADOR! 

Soy Omega | h.h & k.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora