CAPITULO 3: Bairon

7 0 0
                                    

Yo le dije que no podía hacerme cargo del perro, porque mis padres no me dejarían tenerlo y menos sin saber de donde lo he sacado. Emma me excuso del tema, me dió el perro, yo lo cogí en brazos y no cerró la puerta en la cara.

Ami me hacía ilusión la idea de tener un perro , Pero había varios problemas, para empezar no podía presentarme en casa a las 10 y pico de la noche con un perro y encima mi padre era alérgica al pelo de los perros y gatos. Aún así no podía dejar al cachorro en la calle. Como nos sobró dinero de la comida ya que nos invitó EJ, pasamos por unas tiendas de animales para comprarle algo de comida unos comederos un collar; que por suerte había había una placa con su nombre, era en forma de rayo y ponía Bairon en mayúsculas, también le cogí una correa y algunos juguetes. Salimos de la tienda con la mano llena, le probamos al perro el collar, le quedaba perfecto y como el cachorro era marrón y el collar negro resultaba muy bien. Cuando llegamos a casa, gracias a dios no había nadie en mi casa, entré en casa corrí con el perro a mi habitación y coloqué donde iba a tener a Bairon , La verdad es que Bairon me transmitía mucho tranquilidad, era muy sociable y le gustaba mucho que lo acariciara, le eche de comer y de repente la puerta de mi casa se abrió, escondí un poco por encima las cosas de Bairon aunque por suerte mis padres nunca entraban en mi habitación. Salí de mi habitación y fui a ver quién había entrado, para variar, eran mis padres que se habían ido a "tomar algo" O eso es lo que me dijeron. Me preguntaron que había hecho en todo el día, y como era de esperar pues les mentí, le dije que estuve en la piscina de Marisa y comí en su casa, que volvimos a la piscina y después vine a casa. Mi madre preparó la cena, mientras yo estuve en mi cuarto enseñándole trucos a Bairon.-sit! -muy bien -tumba!! -quieto -muy bien!! ¡ que listo eres !
La verdad que me encariñe bastante con Bairon, con lo poco que estuve con él.

La verdad yo siempre he sido una niña de animales, me gustaban demasiado antes teníamos tres tortugas un guacamayo y un mini tiburón para mi desgracia, se murieron pero fue por causas naturales eran ya muy viejos.
Estuve comiendo Bairon durante dos semanas y cada vez era más difícil, ya que se tenía que venir a todas partes, teníamos en cuenta que yo vivía en una casa, no en un piso, enseñaba a escaparse por la ventana de mi cuarto ya que no era muy alto lo que tenía que saltar, una de las últimas semanas de julio mi madre subí a mi habitación mientras yo dormía, ella al entrar me vio acostada con "un chucho grande",mi madre asustada empezó a gritar , Me desperté alarmada y Bairon empezó a ladrar a mi madre. En ese momento me di cuenta de que la había cagado pero bien.
Ella armada me empieza a chillar como una loca
-Nidia Luengo Caleb !!!
En ese momento me asusté, porque mi madre nunca me llamaba por mi nombre completo.

-¡¡ como se te ocurre meter ese perro en casa!!
Gracias adiós mi padre estaba trabajando de mañana y él no me podía reñir. En ese momento, me quedé de piedra y no supe reaccionar, en cambio Bairon fue muy tranquilo donde mi madre le chupó los pies luego se tumbó en ellos, mi madre puede ser muy mala, pero los animales son su punto débil.

Mi madre aunque se murió de ternura me dijo que tenía que explicarle qué hacía el perro aquí. Yo como era de esperar me inventé una trola y le dije que me lo encontré abandonado, sucio ... lo pinté tan mal como pude, para que no quisiera abandonarlo y entre las dos planeamos un plan para que mi padre no pechara y no lo quisiera dar en adopción.

El poder de la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora