¿Tienes un deja vu cuando él está contigo?
Los días de verano ya habían comenzado, el calor se volvía realmente insoportable y más para dos hombres que trabajaban en una pequeña tienda sin aire acondicionado así que Chifuyu no lo pensó demasiado antes de sugerir una visita rápida a la playa, le salió con tanta naturalidad que pareciera estar acostumbrado a sacar planes espontáneos.
La idea resultaba tan buena que Kazutora no pudo negarse así que al terminar la jornada laboral ambos se aseguraron de cerrar muy bien la tienda, no tenían prisa por acomodar las cosas que habían quedado regadas pues ya podrían hacerlo al día siguiente, en ese preciso momento lo único que les importaba era su improvisado viaje a la playa para refrescarse.
Se montan a la motocicleta del mayor para emprender el viaje y Chifuyu no tiene problemas al momento de sujetarse con fuerza a su espalda para no caerse del vehículo en movimiento, cierra los ojos disfrutando del aire chocar contra su rostro y desordenar su rubio cabello, pero su corazón comienza a doler cuando los recuerdos de su etapa en la toman comienzan a hacerse presentes así que los abre de vuelta y se dedica a mirar el paisaje con nostalgia.
—¡Este lugar es precioso! – exclama Kazutora después de un rato cuando finalmente llegan a su destino, un lugar que Chifuyu sugirió y le indico como llegar. —Nunca había venido ¿Cómo te enteraste de este sitio?
—¡Takemichi vino con Hina! – responde Chifuyu contento, tomando la mano de su novio para correr a la arena mientras ahoga la sensación de familiaridad que sintió al escuchar las risas del chico que corría tras él.
Para ninguno de ellos es una sorpresa ver que el lugar esta vacío, es decir, de forma aparente son los únicos locos que van a la playa un día entre semana a las siete de la tarde justo cuando han terminado su jornada laboral.
En algún punto de su camino al agua Chifuyu ha soltado la mano del mayor y se saca los tenis y arrojar su mochila por ahí mientras corre, pero se detiene de forma brusca cuando recuerda que no venía solo así que voltea y siente un nudo en la garganta quedándose casi petrificado cuando ve lo que su novio está haciendo. Traga saliva regresando sus pasos para recoger su pertenencias, principalmente su calzado para no perderlo, mientras espera a que Kazutora pueda desatar los cordones de sus botas.
Ahoga una risita cuando ve el gesto molesto del chico mayor.
—Cuesta quitarlas— se excusa Kazutora batallando con los cordones y alzando la mirada para ver a Chifuyu.
—Lo sé— murmura él, restándole importancia al asunto.
Baja la mirada a sus propios pies descalzos y los mueve haciendo un gesto antes de sacarse también los calcetines y meterlos dentro de su calzado hechos bolas para no perderlos tampoco. Se aleja un poco buscando un buen sitio donde dejar sus cosas y que no corran el riesgo de mojarse o desaparecer, sería una lástima que volviera a suceder y su novio tuviera que cargarlo de regreso una vez más.