TAEHYUNG II

92 9 0
                                    

TaeHyung dio por sentado que la quinta y última fase de su plan sería pan comido... pero había estado tan equivocado.  

Tenía agendado su número, pero JungKook jamás contestó ninguno de sus mensajes. Sabía que los leía, un pajarito se lo confirmaba siempre que podía. De cierta manera se sentía aliviado de saber que los buenos días y las buenas noches llegaban al menor, que sonría cuando le hacía porras cuando debía a su clases o a la clínica, lo felicitaba por sus buenas calificaciones y lo consolaba cuando tropezaba. Pero aún así, él necesitaba una respuesta. 

En su ansia de querer obtenerla, TaeHyung modificó el rumbo de su plan y comenzó a escribir cartas. En diferentes papales, con diferentes formatos, a veces con un poema al final. A veces recurría al servicio de correo, otras se las entregaba él mismo, y un par de ocasiones se las envío a través de sus propios amigos. 

Al final, como último recurso, se arriesgó a pintar un retrato. Desempolvó sus viejas acuarelas y trazó pinceladas suaves sobre un lienzo del tamaño de su mano, procurando ser cuidadoso pero plasmando en cada trazo todo lo que el menor le hacía sentir.  Al terminarlo, lo firmó con un nudo en pecho, esperando que su mensaje fuera recibido. 

Hacía ya dos días de eso, confiaba en que JiMin se lo hubiera entregado, mas el bichito de miedo e inseguridad no dejaba de zumbarle en sus oídos.

"Me pregunto si así fue cómo te sentiste años atrás. Con miedo, indeciso y desesperanzador."

TaeHyung suspiró y continuó pateando la lata camino a casa. Le faltaba un par de calles para llegar, pero el repentino grito tras él lo detuvo. 

"¡Kim TaeHyung!".

"¡Kim TaeHyung!"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

plum

Cada día ♤ TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora