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─¡Dios mio, esa pizza fue lo mejor que e probado en mi vida!─subio el tono de su voz Chica.

─Se notaba rica. Que bueno e te haya gustado ─dijo el oso poniendole su mano en el hombro de la poyo.

─Oigan... son las diez y cuarto... ─dijo Roxanne nerviosa mirandolos.

─¿¡LAS DIEZ Y QUE!? ─grito Freddy soprendido─vayan todos a cambiarse ahora.

Todos asintieron y se fueron directo a sus habitaciones, cada uno se puso su ropa de todos los conciertos y no tardaron tanto en salir. El único que faltaba en salir era Freddy, que apurado trataba encontrar su remera negra, apenas encontró su pantalon de color rojo pero no podía encontrar su remera; Sin ella no podría ponerse la chaqueta roja que siempre la acompañaba. Angustiado por no encontrar lo que necesitaba sintió un toque en su hombro, levanto la vista rapidamente asustandose.

─Wow tranquilo Freddy soy yo, Roxanne ─dijo poniéndole su mano en la espalda─¿Qué sucede? ─le pregunto.

─Estoy perdido... no encuentro mi remera negra, no podré combinar con mi chaqueta roja ─dijo triste.

─Fred... nada esta perdido, te prestaste una de mis remeras negras si quieres ─lo tranquilizo─tengo una que me queda más suelta de lo normal, odio ese tipo de ropa. Aparte, tiene tu talla ─le guiño el ojo.

─¡Muchas gracias Roxanne! ─la abrazo.

─Si... si, de nada Freddy ─le planeaba la espalda─bueno ven.

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─Cuando llegarán... son las diez y cuarenta, veinte minutos y entramos ─decia Chica nerviosa.

─Si... dios mio que ganas de pegar algo ─dijo con la mano izquierda armando un puño y con la derecha tocándose la cara de frustración.

─¡No! Tus problemas no nos van a hacer volver a romper algo ¡La última vez rompiste mi collar de cristal favorito! ─dijo enojada.

─No es mi culpa que compres cosas frágiles ─dijo levantando una ceja.

─¡Chicos! ¡Ya vayan preparando sus guitarras! ─dijo Roxanne levantando su brazo.

Los dos miraron hacia la dirección de Roxanne y se dieron cuenta que el oso iba detrás de ella, tenía sus ojos cerrados con un brazo en la nuca, se le notaba avergonzado. Cuando se dieron cuenta lo que pasaba abrieron sus ojos como plato.

─Si, si. A mi esa remera me queda larga y suelta, es de la talla de Fred pero... tiene pechos grandes ─dijo apuntandolo con su dedo pulgar.

─No es mi culpa ─dijo el oso con un leve sonrojo.

─Freddy ─se reía la poyo─Hasta te queda media cortita ─apunto a su pansa.

─¿Qué? ─dijo mirando hacia abajo─... ─no dijo nada.

Mientras las dos se reían de el el cocodrilo se encontraba mirando las tetas de una forma sorprendida, aparte de ellas, la remera le quedaba tan bien con la chaqueta. Definitivamente le atraía esas tetas, necesitaba agarrarlas, se veían tan... esponjosas, tenía un sonrojo notable en su cara y sudaba rapidamente.

'Mierda Fred... como conseguiste eso', pensó.

─Hey, Gator ─lo llamaba la loba─ estas ¿bien? Pareces rojo y estas sudando mucho ¿Estas enfermo? ─decia Roxanne levantando una ceja.

─¿Eh? No, no... Estoy bien ─dijo girando su cabeza para su izquierda para que no lo vieran.

─Ooh... ya se lo que pasa ─decia Chica poniendo su mano en su barbilla─¿Qué mirabas...Montgomery Gator? ─le decía sabiendo a lo que se refería.

─¡Nada! ¡No miraba nada! ¡Callate! ¿si? ─dijo entrando a la sala para arreglar su guitarra.

La poyo solamente se reía dejando a Roxanne y Freddy con una ceja levantada.

─¿Qué acaba de pasar? ─pregunto el oso anaranjado.

─Nada... ya lo entenderás cuando te des cuenta ─le dijo la poyo entrando a la sala tambien.

─¿Eh? ─Fue lo último que dijo Fred.

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Todos salieron del escenario cansados, habían terminado su concierto que había durado aproximadamente dos horas. Eran las una y cuarto de la tarde y todos estaban hambrientos, el cocodrilo, la poyo y la loba se sentaron para tomar un descanso mientras el oso estaba feliz de como fue el concierto mientras tomaba su agua.

─¡Eso fue genial! Las luces, el humo...todo ─decia Freddy feliz.

─Lo sé ¿Verdad? ─le respondió la poyo.

─Alfin me podre sacar esta remera y ir a divertirme con los niñ- ─no pudo terminar porque alguien lo interrumpió.

─¡No! Digo... te queda bien ─dijo Monty girando para que no lo viera.

Ahi Roxanne se dio cuenta lo que pasaba.

─Gra-gracias Monty, nunca me diste un cumplido... pero me la quiero sacar me incomoda mucho ─dijo.

De pronto la tela se abrió.

─Chicos, los niños los esperan en su lugar ─dijo Vannesa interrumpiendo su tranquilidad.

─Ahi vamos Vanessa ─dijo Roxanne.

─Bien ¡Adiós! ─y se fue.

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Esas 𝘵𝘦𝘵𝘢𝘴 que traes... | Montgomery x Glamrock FreddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora