one-shot

Encuentro de titanes

Mientras le esperaba, Zeus, sabía más que nadie todo lo que él hijo que tubo en esparta podía causar, su muerte era algo que estaba escrito desde el día que el sello a su padre entre rejas, mismo que estaba ahora muerto por mano del fantasma de esparta.

Al final solo podía hacer una cosa.

"Si quieres matar a un monstruo, debes ser uno". Pensando un poco más tubo una mejor idea, en ves de ser un monstruo embiaria uno peor que el mismo Kratos.

Juntando sus manos centro magia en el centro, por milenios estudio todo con respecto al tema de cualquier magia existente, desde su entrenamiento para derrotar a Kronos hasta el día de hoy donde su trono estaba en peligro.

Buscando entre los mundos conectados por un inmenso árbol, busco y busco. Para muchos seria segundos, pero para el fueron más de mil años de búsqueda.

–Te encontré–. Sonrió con malicia antes de comenzar a atraer a este campeón de otro mundo, le tomaría algo de tiempo, por suerte su hijo estaba ocupado matando a sus hermanos uno por uno de una forma sanguinaria.

Debía admitir, que claramente era un demonio, un demonio pálido igual que un fantasma.

–Ven campeón y mata a este fantasma, mata a kratos–. El relámpago estallo en sus manos antes de alzarlo y arrojarlo directamente donde su hijo estaba.

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Kratos dejaba otro cuerpo atrás, una víctima más de su sangrienta ruta contra todo hasta matar a zeus.

Elevar aquel cubo era lo que necitaba para poder abrir la jaula donde la caja de Pandora residía.

"El poder para matar a un dios". Eso dijo athenea que residía en su interior, deteniéndose al girar en un esquina para verla allí, rodeada por una jaula de metal y llama azul ensima.

Cuando iba a dar unos pasos más, se detuvo ante un brillo amarillo que paso por una ventana y dio contra el suelo elevándose un portal ante Kratos.

El fantasma lo vio, volverse rojo y una figura robusta salió de allí, al verlo lo sintió, un guerrero como el, experiencia transmitía su forma de ser.

Una armadura verde con un casco de visera naranja así como un extraño artefacto saliendo detras de su hombro.

Ambos se veían en silencio elevándose una inmensa presión entre ellos dos, el dúo comenzó a caminar hasta estar unos pasos frente al otro.

El portal se cerro vomo la puerta detrás, y entonces ambos estaban allí encerrados con el otro.