El sistema del Príncipe

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Dolor...

Normalmente Severus recibía sus dosis diarias en manos de su padre, su madre en un comienzo intervenía solo para que también compartiera el mismo dolor de hijo. con el paso del tiempo dejo de consolarlo o defenderlo y solo ignoraba sus gritos por sentir como la piel de su espada rasgada por el cinturón de su padre.

E incluso en ocasiones su padre, Tobías Snape, pasando la raya de las latas o frascos de alcohol recomendable se volvía más inconsciente de sus acciones, torturando a Severus a puros golpes a mano limpia.

Lloraba y esas noches Severus no podía dormir por la sangre que escurría en su espalda no tratada. Con el tiempo las marcas al igual que su resistencia al dolor fueron aumentando.

Pensó en huir, pero no tenía el valor de enfrentarse un mundo tan cruel. En sus pensamientos deducía que, si el mundo creaba a personas como su padre, entonces el mundo era injusto y malvado.

Por un momento pensó que se liberaría de este tormento, ingreso a la escuela de Magia y hechicería de Hogwarts. Supo en sus tres años después que el mundo realmente estaba en su contra o solamente era él.

Junto a la mano de su mejor amiga, Lily Evans, la única razón por la que no se cortó las venas o se colgaba de algún lugar, ya hace tiempo que había perdido la voluntad.

Y entonces llego un dolor peor que todos, no se comparó a ninguna antigua golpiza, ni los llantos de su madre lo lastimaban tanto que ver como la única luz de su vida, se alejaba de él.

Pero este dolor actual que sentía en su espalda no se comparaba a ninguna cosa que haya sintiendo anteriormente. Aunque Severus haya tratado torpemente las marcas de garras profundas en su piel, no parece estar cerrando la herida.

Severus Snape, pensó que sería por lo mágico que eran las heridas de hombre lobo, similar a alguna maldición.

El ir a la enfermería solo traería sospechas de la verdadera identidad del hombre lobo, lo cual sería beneficioso para todos en la escuela. Fue prohibido tener agencia medica por parte del director de la escuela para que no se revelara la verdad, para colmo los que planearon su "muerte" (como el veía) fueron alabados como héroes por ayudarlo a salir con vida.

Snape estuvo furioso, indigno y rencoroso por este trato tan privilegiado a sus matones.

Cerro la boca por la amenaza de ser expulsado, el mismo no podía darse el lujo de escoger escuela cuando tenía una beca.

Enojado silencio sus quejas a espera del fin de año, el cual sería en hoy.

El mundo cada vez era más cruel y ahora vivía con miedo.

—d-duele — se quejó Snape, mientras se lavaba la herida en el baño del quinto piso. Viéndose en un espejo cercano se asustó un poco al ver que la herida parecía agrandarse aún más y frustrado se resignó a no poder tener atención profesional.

Vendándose nuevamente, tuvo que morderse la lengua cuando tuvo que apretar firmemente el nudo para que no se desangrara.

Cambiándose fue a recoger sus cosas y tomar el tren e ir a casa.

Cada paso que daba sentía que las heridas se abrían lentamente, todo camuflado con su mirada impasible, aunque no era valiente, no era fuerte y tampoco el más listo, no se degradaría tanto para hacerle ver al mundo sus lágrimas o su dolor.

Busco algún lugar en el tren apartados de todos y con un hechizo bloqueo la puerta. Y aunque intento ocúltalo lo más posible su dolor era verdadero, ni siquiera trato de dormir sabiendo que no podría hacerlo de todas maneras.

𝐄𝐥 𝐒𝐢𝐬𝐭𝐞𝐦𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora