Perfecta a mi manera

Llegada de Blaze

Abría los ojos con pesadez, hacía frío esa mañana, el cual la tentaba a mantenerse en la calidez de su cama. Sin embargo, su alarma comenzó a sonar indicándole que era hora de levantarse, eran las seis de la mañana, el sol apenas salía por detrás de los enormes edificios. Amy se sienta en la cama restregando sus ojos y soltando un bostezo, con la mano izquierda apaga el molesto sonido que emanaba su celular y, como todos los días, se aseo y cambio de ropa. Sin darse cuenta su vida se había convertido en algo rutinario, siempre lo mismo. Cogió su móvil para ver su horario.

- A las 8:00 am tengo clase de yoga - leyó en voz alta lo planeando para hoy - a las 8:30 am hacer ejercicio, 9:00 am clase de inglés, 10:00 am la clase de piano y a las 11:00 am clase de historia - soltó un suspiro, no tenía ni 5 minutos de descanso, excepto a la hora de comer y dormir, pero desgraciadamente tiene tiempo límite estricto.

- Por favor poderosísimo Chaos que la señorita Wave este ocupada hoy - suplico, solo deseaba un día, solo un día, en el que podría sentirse libre, solo eso anhelaba ¿Era mucho pedir? Su puerta fue tocada dos veces, callando aquella pequeña queja mental.

- Amy, soy Cream - escucho una voz suave al otro lado de la puerta - te traje tu desayuno.

Sonrío al saber que era su amiga - Ahora te abro.

Cream entró con su característica sonrisa, tenía una bandeja plateada con tortillas y miel de Maple, una manzana y una taza de té tibio. Su desayuno favorito, después de los cupcakes.

- Mmmmmm... Que rico huele - comentó Amy acercándose a las tortillas - supongo que las preparó la más grande chef del mundo - halagó a su amiga, la cual se rio.

Amy siempre buscaba hacer felices a todos a su alrededor, sin importar nada; en cualquier circunstancia.

- ¿Dónde quieres que deje tu desayuno?

Mayormente comía en su cama revisando su horario o repasando sus apuntes del día anterior, pero el día se veía hermoso el sol iluminaba toda la ciudad.

- Hoy sería bueno desayunar en la terraza

Observó como Cream se dirigía a la antes mencionada y dejaba lo preparado sobre la mesa. De repente se le paso por la cabeza lo de Blaze, se había olvidado por completo al estar ajetreada con las estrictas enseñanzas de Wave ayer. Cogió su celular y lo desbloqueo con rapidez, lo primero que tenía que hacer es decirle a su madre, y debía hacerlo ahora porque dentro de una hora, o menos, hablar con ella sería imposible, con todo eso de su cumpleaños se vería muy alterada. Ayer ni siquiera la vio almorzar o cenar. Era normal que cuando su madre se proponía hacer algo perfecto, exigía a los demás y a ella misma dar lo mejor, y eso era todo el tiempo.

- Hija ¿qué sucede? - lo había puesto en altavoz, para ella se le hacía más fácil escuchar de esa manera, al parecer su madre se oía apurada, seguro se estaba preparado para según con los arreglos de su fiesta.

- Hola mamá, sé que tal vez estés ocupada, no te robaré mucho tiempo, pero la tía Cat llamo ayer y pregunto si Blaze podría quedarse con nosotras unas semanas.

- Claro, ella sabe que es bien recibida aquí.

- De acuerdo, solo quería avisarte y... espero verte en el almuerzo - sabía que no la vería pero tenía la esperanza que haya cambiado de planes.

- Señora la solicitan

Parece que no

- Ahora voy, lo siento mi florecilla, tal vez para la cena - y colgó.

Miro mi celular con tristeza, su reflejo se miraba con claridad, cómo es que pudo creer que está vez sería diferente. Tenía ganas de llorar, pero ya estaba mayorcita ¿no?, solo las contuvo.