Onii-san!! - Izatake Brothers

Extra

Kisaki estaba desconcertado por la nueva presencia, la cuál se encontraba en estos momentos dándole una buena batalla al invencible Mikey, ya no se ve tan invencible, se rei en sus adentros Kisaki.

Ignorando la pelea de los líderes de las pandillas, se dirigía a dónde aún se encontraba Izana, el cual estaba dándole ánimos a su hermano mayor, se acercaba sigilosamente al albino, recargo el arma que portaba y apuntando al albino disparo, pero, alguien evitó que la bala llegará a Izana, al dirigir su vista a quien lo interrumpió, fue Kakucho, que pateó el brazo dónde estaba el arma, aunque, hacia abajo, igualmente de alguna manera le dió a Izana, pero en la pierna.

Se escucho el disparo y un grito, todos voltearon a la dirección de donde vino los sonidos, viendo cómo Izana caía y sangraba,Takemichi dejó a un lado a Mikey y fue corriendo donde Izana, que estaba algo asustado y enojado, le dolía como el infierno en dónde estaba la bala. Hanagaki revisó la pierna con bala, sacó de su chaqueta unas pinzas que tenía, se les quedó allí después de medio afeitar a Izana en casa. Con cuidado la incierto dónde estaba el orificio y sacó la bala sin ningún problema. Aunque el moreno siseaba del ardor y dolor que eso le causaba, después, arrancando un pedazo de la tela extra del uniforme y lo amarró en la pierna del oji-morado para que no se desangre.

Al albino le dolía, no sabe en qué momento dejó caer las lágrimas, dolor y frustración por no darse cuenta del atentado del de gafas,ignoraba todo a su alrededor hasta que empezó a sentir las cálidas manos de su hermano.

— Ototo, ya no llores, eres lindo, eres fuerte, no dejes que esto te afecte, las lágrimas dañen tu carita, todo está bien — hablaba el rubio mientras le limpiaba las lágrimas al albino, el cual empezaba a tranquilizarse con los amorosos toques de su hermano. Agarrando al albino, poniéndolo en su espalda, como si lo cargara a caballito. Se acercó a Kisaki, aún con el peso de Izana encima le dio una patada en la boca del estomago dejandolo sin aire y otra en la cabeza dejándolo inconsciente, iba a terminar con la disputa que tenían con Toman, cuando se empezaron a escuchar las sirena de policía a lo lejos, todos los integrantes de las pandillas se empezaron a dispersarse, dejando la batalla como un empate.

— Kakucho, quiero al Kisaki en la sala — habló el pelo-rubio con una voz monótona, antes de desaparecer de la vista del de cicatriz, el cual solo agarró al inconsciente de gafas como costal de papas.

— considerate muerto hijo de puta — hablo el de cicatriz al peli-rubio desmayado, aun sabiendo que no lo escucha, fue corriendo por su moto y alejarse del lugar

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Ahora si fin, solo quería hacer un extra rapidito

©Alexannie23©