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Risitas femeninas llegaron a los oídos de Takemichi, alzó la mirada y un sentimiento amargo se sembro en su interior ante la escena que miraban sus ojos.

Mikey estaba rodeado de chicas quienes le coqueteaban descaradamente y este lucia cómodo.

Eso fue suficiente para que él se levantará y saliera del establecimiento haciendo caso omiso a los llamados de los demás.

Estaba celoso.

En primer lugar no sabia que estaba pensando cuando acepto la invitación a la cita grupal, solo logro que sintiera incómodo todo el tiempo.

Era un cobarde.

Al principio él no tenia este tipo de sentimientos por Mikey, solo lo veia como un amigo pero al pasar el tiempo comenzo a fijarse en su presidente, siempre que estaba cerca de él, su corazón latía como loco y sus pensamientos eran un maremoto.

Pronto logró comprenderlo, se habia enamorado de Mikey.

Y debido a eso dio fin a su relación con Hina, quien al principio se enfureció mucho con él, hasta le propino una paliza, pero no era justo para ella estar con alguien que tenia sentimientos por alguien más.

Sin embargo no sabia si habia hecho lo correcto, Mikey no parecía gustar de él, estaba seguro..

A Mikey le gustaban las chicas.

Era un cobarde, por callar sus sentimientos de esa forma y no decir nada al respecto cuando estos ya lo estaban ahogando, sentía que en cualquier momento los gritaria.

Queria tomar la mano de Mikey, besar sus labios, abrazarlo...

Pero él no era una chica.

Si tan solo lo fuera las cosas serian muy distintas.

Lamentándose como el patético que era llegó al puente para atravesar el río cuando unos gritos lo sacaron de sus pensamientos y sus ojos se abrieron por el espanto al notar a una anciana ahogandose.

-¡Ayuda!

Takemichi no lo pensó dos veces y salto desde el puente directo al río, una sensación fria lo envolvio, sacó la cabeza mientras que con su mirada buscaba a la abuela, al notarla nado hacia ella.

-Aferrese a mi, oba san.

La mujer mayor siguió su orden y se aferro a él, Takemichi nadó tranquilamente a la orilla, al salir su cuerpo tembló cuando una fuerte ventisca de aire llegó a ellos.

-Oba san, debería tener cuidado por donde camina, no todos son tan amables y se lanzan al río a rescatar a desconocidos- comentó mientras exprimia su camisa.

-Joven antes de ti pasaron varias personas pero nadie quiso ayudarme, realmente tienes un buen corazón- habló sentanda en una roca dejando que el agua escuerriera y cayera sobre el pasto.

-Por favor, tenga cuidado- Takemichi se colocó devuelta su camisa y miro a la anciana con preocupación, ella sonrió gentilmente y se levantó de la roca.

-Para agradecerte cumpliré tu último deseo- murmuró pasando a su lado.

El rubio la miro un tanto confundido mientras se iba del lugar, pero segundos después no le tomó importancia, no era como si la anciana fuera un tipo de genio o algo asi.

Notó que el cielo habia oscurecido y la luna comenzaba a brillar en lo alto.

-Ah.. Luna llena- susurró atónito al ver el paisaje tan bonito.

Pero el no tenia tiempo para seguir admirando el cielo, mañana tenia escuela por lo tanto tenia examen para el cuál no habia estudiado nada.

Tocaría encerrar la D de Diosito y la E de espíritu santo.

Wrong WishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora