Capítulo dos.

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Debo admitir que llegué más tarde de lo que tenía limitado a mi casa, pero Harry me había enseñado una libreta que encontró en los archivos de la iglesia y no pude evitar quedarme con él para leer su contenido. Al llegar a casa, mis manos estaban temblando de miedo que sentía, quise tomar el pomo para de una vez abrir la puerta, cuando esta fue abierta de un jalón.

"¿Dónde estabas?" Fue lo primero en preguntar.

James es mi padrastro, nunca me terminó de convencer y trataba de advertirle a mi mamá, pero ella estaba muy enamorada, por lo tanto nunca me escuchó... Después de que falleciera, él se quedó con mi custodia. Al principio no importó por que el firmo para quedarme con mi abuela, fue muy agradable estar con ella, me enseñó a tocar el piano, cocinábamos galletas, tomábamos el té y yo la escuchaba hablar mientras ella tejía. Sin embargo, naturalmente, mi abuela envejeció con el tiempo, y ya no podía hacerse cargo de mi. Al final volví con mi padrastro; él no estaba muy contento por ello, pero él era mi tutor legal y las consecuencias serían peores si no se encargaba de mi.

Su entrecejo estaba marcado, y yo tenía tanto miedo que no me atrevía soltar una palabra. El se desesperó y tomó mi brazo para adentrarme a la casa en un movimiento brusco. Mi espalda golpeó la pared.

"¿Vas a responder?" Me preguntó a la vez que se acercaba cada vez más a mi. Empecé a hiperventilar.

"E-Estaba con Harry... Tra-Tranquilo, estábamos en la feria de la iglesia" tragué.

"¿Quién es Harry, tu novio?" Dijo con una mueca de asco. Él empezó a acercarse más y yo alcé una mano para que se detuviera.

"No, no, no, no. Harry, ¡Lo conoces, nos has visto fuera de la escuela! P-Por favor, lo has visto" El se detuvo y contuvo su postura, me estudió de pies a cabeza aún con el entrecejo arrugado y me vio con asco. Con suerte esta noche me mandará a mi cuarto sin cenar.

"Vete a tu cuarto, no quiero verte el resto de la noche" Terminó diciendo. Yo me apresuré corriendo escaleras arriba para llegar a mi habitación, estaba tan asustado. Cerré la puerta detrás de mi, me arrastré en ella, las espinillas quedándose encajadas en mi espalda mientras más bajaba. Me senté en mis pantorrillas, cubrí mi cara con mis manos y empecé a llorar. Extrañaba tanto a mi madre.

12 de mayo, 1983.

Mi rutina por la mañana fue corta, desde que aprendí a hacerla de esa manera mis días eran mejores. Mi alarma me había despertado, la apagué de inmediato, salté de mi cama para después ponerme el uniforme lo más rápido posible, recogí mi cama, y salí corriendo con mi mochila colgando en mis hombros por las escaleras. Llegando a a cocina me preparé un pan tostado con crema de maní, lo sostuve en mi boca, y por fin salí de mi casa. En el camino me comí el pan y me limpié las migajas con mi manga. De pie frente a la escuela, di un fuerte suspiro y finalmente entré. Subí al piso de arriba para llegar a mi clase de química, sabía que todavía faltaba tiempo para que la clase empezara, pero no era un secreto que la maestra encargada de la clase, no era la persona más agradable de la escuela.

Llegué a mi lugar asignado y esperé a que la clase empezara, pero me sorprendí cuando vi a Harry entrar desde el umbral. El atrapó mi mirada, me sonrió y trotó hasta mi lugar. Yo fruncí el seño.

"¿Qué haces aquí, Harold?"

"Al parecer mi inteligencia va más allá de las ciencias de sexto grado" me guiñó un ojo. Y tenía razón. Desde que lo conozco sé que Harry es una persona culta, en cambio yo seguía reprobando historia, por eso era la única clase que compartía con él.

"Bueno, me alegra, ricitos" le revolví el cabello.

"Tu padrastro... Ya sabes" tragó. "¿Pasó algo ayer?"

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⏰ Last updated: Feb 10, 2022 ⏰

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