La Cruz

6 0 0
                                    

Todos tenemos cargamos una cruz, algunos más grandes y pesadas que otros, esa cruz es un cúmulo de todas nuestras preocupaciones, angustias, lamentos, dudas, arrepentimientos, miedos, responsabilidades. Nos aferramos a ella porque no podemos soltarlas, solo nos queda caminar por los senderos de la vida con esa Cruz.

En algunos momentos de nuestra vida, esa cruz se hace tan pesada que nos cuesta avanzar, sentimos deseos de arrojarle esa cruz a alguien más, sin darnos cuenta arrojamos el peso a otras personas y la sofocanos, porque estamos tan agotados que cada paso se hace más difícil, pero como Jesús, que cargo su pesada y enorme cruz el solo, sin delegar su carga a otros, sin arrojar su cruz a otras personas, nosotros también debemos cargar con la cruz nosotros solos, es cierto que en algún momento se la vida apareceran personas que ayuden a cargar tu cruz, como a Jesús que en medio de la via dolorosa por diversos motivos 2 sujetos ayudaron a cargar la cruz de Jesús sin que el se lo pidiera, sin que el lo exigiera, pero cuando sintió su carga más liviana les agradeció. Nosotros también encontraremos personas que nos ayuden aligerar la carga, lo harán de forma desinteresada, porque les nace, porque quieren, porque les importa, cuando esas personas aparecen solo nos queda ser agradecidos.

En mi caso, tengo a mi lado a una persona que carga su propia cruz, incluso pienso que es más pesada que la mía, pero cuando el camino se pone difícil y no podemos con el peso de nuestras propias cruces, ambos las cargamos juntos, compartimos la carga.

Espero que uds consigan a ese alguien que de manera desisteresada aligeren su carga... Y no olviden que si Jesús no arrojo su cruz a otras personas, uds no son nadie para arrojar sus cruces a otras personas.

Decidí escribir ésto, porque por  mucho tiempo una persona me recalcaba todos los días lo pesada que era su cruz, al principio quise ayudar, cargue su cruz con ella y al mismo tiempo cargue mi cruz yo sola, pero con el tiempo ya no pude más, y ella solo seguía y seguía delegandome su cruz, hasta que sin darme cuenta la hice mía, camine por un tiempo con tanto peso encima que me estaba destruyendo poco a poco, mientras, ella me arrojaba más y más peso, hasta que un día no pude más y dije "lo siento no puedo cargar más tu cruz, porque la mía ya es muy pesada, ya no puedo ayudarte, porque ahora me toca ayudarme a mi", ella me trató de egoísta, incluso me dejó de hablar, ese día me pregunté ¿Será que sin querer yo también arroje mi cruz a otras personas?.

Ahora, Deje de recalcar lo pesada que era mi cruz a otras personas, ahora la cargo yo sola, hasta que siento que no puedo más, solo cuando mis rodilla flaquean, cuando no me puedo levantar sola, solo cuando no puedo más, yo pido ayuda, solo cuando es necesario. Tengo la suerte de estar rodeada de personas dispuestas a ayudar a cargar mi Cruz, pero solo cuando es justamente necesario.

Wabi Sabi: Bellamente imperfecta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora