Sahara es injustamente llevada a prisión, después de 5 años en ese horrible lugar pagando por algo que no hizo, es libre pero alguien ha esperado tanto tiempo por hacerla sufrir cada día de su bendita existencia
Anker un doctor increíblemente buen...
Llegó el fin de semana y no puedo creer que hoy sea mi primera cita y aún más importante, con la persona que me gusta, porque sí, Anker desde el primer momento en el que lo vi, me cautivo con su hermosa mirada misteriosa, pero se que de misteriosa no tiene nada, el es una muy buena persona, además de ser medico
Son las 3 de la tarde y me he arreglado lo más bonito posible o bueno eso creo, llevo un vestido hasta las rodillas color negro con las mangas largas, con unas medias hasta los muslos del mismo color y unos botines igual negros, lo sé, parezco que voy a un funeral, pero no importa, me veo bonita, o bueno, eso fue lo que dijo Afro en cuanto baje a esperar a Anker en la panadería
- Hay, Sasa, estas hermosa – Hace como que limpia unas lágrimas – No puedo creer que por fin vallas a tener tu primera cita, espero que te valla muy bien, se que ya lo tienes enganchado, así que si se te viene algo a la mente no dudes en hacerlo, aprovecha y vive cada momento ¿sí?
- Muchas gracias Afro
- No es nada
En eso escuchamos que se abre la puerta y vemos a anker pasar; él estaba vestido con cuello de tortuga color negra y una gabardina del mismo color al igual que sus vaqueros, nada mal Ferrer, decía en mi mente
- Hola, así que tú serás el dueño de la primera cita de mi hermana
- Afro... - Sentía mi cara caliente pues él no debería saber eso
- Espero y no le des una de esas horribles citas como me paso a mí, pero no creo, ya estas bastante grandecito, además, debes tener experiencia supongo
- Nos vamos – Digo viendo a Anker, para que ya no ponga más nervioso al pobre con las ocurrencias que dice Afro, el asiente y voy hacia él, se da la vuelta hacia la salida y yo volteo a ver afro con los ojos entrecerrados
- ¿Qué? – Dice susurrando, haciéndose la inocente, yo niego con la cabeza y ambos vamos por la acera caminando
***
Estamos paseando por una plaza, hay muchos negocios de comida rápida, de ropa y de algún juego para los niños, el solo va caminando y yo estoy muy nerviosa para hablar, pero Afro tiene razón tengo que aprovechar esta oportunidad
- ¿Cuántos años llevas siendo medico?
- Llevo tres años de servicio, de estudio me llevó 6 años y de edad tengo 28
- Yo tengo 21 y dime ¿Por qué me invitaste a salir?
- ¿No es claro? – Voltea a verme – Es porque me gustas
Siento mi cara muy caliente y me sorprende que lo diga como si fuera algo muy normal para él, Yo solo sigo caminando con mis manos agarradas atrás de mi espalda y sigo haciendo preguntas sencillas las cuáles el responde de igual manera sencilla, no sé, pero, aunque sea solo caminando con él, me siento muy a gusto
Salimos de la plaza, y nos encaminamos hacia un parque, compramos unos helados, para después caminar entre el pasto y los hermosos árboles que adornan este lugar
- ¿Podrías tomar un momento mi helado?
- Claro – Y ahora tiene las manos ocupadas con su helado y el mío, uno en cada lado, agarro mi cabello en una coleta media y me pongo frente a él, el me mira un poco dudoso y sorprendido
Tomo su cara con ambas manos sobre sus mejillas, dejo un pequeño y rápido beso sobre sus labios, pero me he dado cuenta de que he cometido un terrible error, él no tiene expresión alguna, ¿se enojó?, me separo un poco de el y pongo mis manos cubriendo mis labios
- Lo siento, yo no debí hacer...
En eso, el me abraza, aun con ambos helados sobre sus manos y me acerca a su pecho, en todo esto, jamás he dejado de verlo a los ojos, pero de repente veo sus carnosos y rosados labios, pongo mis brazos sobre sus hombros y poco a poco me voy acercando, hasta que junto de nuevo sus labios con los míos
Es mi primer beso... muevo delicadamente mis labios sobre los suyos, succiona mis labios y yo los de él, siento un raro cosquilleo que recorre desde mi vientre hasta mi pecho, me separo de el por qué le aire me empieza a faltar, lo veo a los ojos y le doy una sonrisa, el igual, pero es una sonrisa ladeada y muy pequeña, lo abrazo, puedo escuchar el ritmo lento de su corazón y es una hermosa melodía para mi
Me separo de el y veo ambos helados, están ambos casi derretidos, los cuales están manchando las mangas de su gabardina
- Tíralos, ven, voy a limpiarte
Lo llevo a una banca que estaba cerca de nosotros, el se saca su gabardina, mientras saco unas toallitas que siempre cargo en mi bolso por cualquier cosa, limpio su gabardina mientras el tiene perdida la vista hacia el frente
Termino de intentar limpiar los restos de helado y se la entrego, el la recibe y se la pone
- Sahara, me gustaría llevarte a un lugar
Asiento y tomamos un taxi, para después llegar como a un edificio de departamentos, pero vamos hacia el estacionamiento, saca unas llaves de su bolsillo y abre una camioneta, me dice que suba y yo le hago caso
El camino es tranquilo, los rayos dorados de atardecer se están haciendo presentes y de vez en cuando volteo a ver a Anker, pero quedo embobada con su grandioso perfil
Llegamos – Dice con su grandiosa voz
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