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Mi pulmones arden como fuego, mi respiración es inconstante y rápida, mis piernas duelen demasiado pero no me puedo detener, no debemos hacerlo.

Nos habían emboscado.

¿Cómo carajos sabían en donde estaríamos? ¿Acaso hay un espía en nuestras filas? ¿O estamos volviéndonos predecibles?.

— ¡Granger no te detengas! — escucho a mis espaldas — ¡El translator esta mas adelante! — mientras sigo manteniendo el paso, doy una mirada rápida hacia tras para dejarle claro a quien me acompaña que es una maldita gran idea gritar donde se encuentra nuestra única salida cuando somos perseguidos a muerte — Solo corre, después me puedes gritar todo lo que quie... — sus palabras son acalladas por un grito de dolor, me detengo y volteo a buscarlo y lo encuentro tirado en el suelo y contorsionándose del dolor.

¡Draco! — grita de la sorpresa y corro para auxiliarlo — Venga Draco, no me jodas en este momento — habla mientras lo levanta y el se sigue quejando entre alaridos y gemidos — Ya estamos cerca, no te rindas — otro grito dado por el y el impulso que lo golpea lo hace caer al suelo de nuevo casi llevándola por poco a ella también.

Granger — dice el rubio tosiendo ya en este momento sangre — Gr.. Granger corre.

— ¡No! — dice la chica levantándome y escuchando las pisadas de nuestros perseguidores — ¡No puedo dejarte aquí! — Hermione intenta levantarlo pero el la detiene sacando su varita y ofreciéndosela — ¡¡No, Draco debemos volver juntos, no puedo seguir esta lucha sin ti!! — la guerra es una maldita, ciertamente lo es, cuando crees que todo esta mejorando comienza a llevarse a todos los que te rodean.

Draco desde su posición niega con la cabeza, su mirada ya se notaba apagada y su palidez había aumentando con creces, observaba como Hermione comenzaba a llorar, como odiaba eso de la Gryffindor tanta valentía pero llorones hasta la medula — Fangosa, necesito que corras — le ordena a la chica — Toda esta lucha, toda esta resistencia no seria nada sin ti — dice mientras le sigue ofreciendo su varita — Solo soy un renegado, un cobarde que estuvo a favor del causante de todo esto — mira hacia el cielo y sonríe dando una escena desoladora para Hermione. Draco Malfoy el mocoso impertinente de su juventud en Hogwart, el idiota que le dijo por primera vez "sangre sucia" ese mismo Draco Malfoy que se volvió su mano derecha y fiel compañero en medio del desastre, ahora moría en sus brazos y aunque deseara salvarle con las lagrimas de fénix que cargaba, sabia muy bien que eso estaba en contra de su deseo. Ahora ese Draco tendido en el piso mostraba una sonrisa sangrienta con su mirada fijada al oscuro cielo y dando su ultimo aliento recibiendo el amargo abrazo de la muerte.

Los gritos del enemigo estaban cada vez mas cerca, Hermione da una ultima mirada al cuerpo de su amigo lamentando no poder llorar su muerte correctamente y recoge la varita, comienza a correr y se sujeta a la bota que esta en el pequeño claro, los sucedido después transcurre en segundos, Hermione aterriza en un lugar desconocido para ella, muy desorientada pero logra destruir el translator para evitar que la sigan, cuando cree estar a salvo humo negro comienza a dar vueltas a su alrededor, pero un hechizo en su dirección hace que reaccione ¡No era humo, son mortifagos!.

Ella comienza a defenderse como puede, cada hechizo era mas fuerte que el anterior hasta que uno de los hechizos logran quitarle la varita y todo se vuelve oscuro...

Magica ImmunditiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora